31 mar 2013

Recital "El bosque encantado"


26 mar 2013

FEÉRICOS #12

Como ya expliqué la semana pasada, y debido a comentarios que me han hecho y correos que he recibido de lectores interesándose por la segunda parte del cuento de los Feéricos, me decidí a seguir escribiendo la historia. Para los que no hayan seguido el hilo del cuento, les haré una breve sinopsis de lo que fue la primera parte. 
Un buen amigo decidió contar la experiencia que vivió cuando era un niño. Un día se perdió cerca del río Majaceite y no se sabe bien cómo, fue protegido por unos seres mágicos, en lo profundo del bosque. Pasó con ellos toda la noche, tiempo en el cual una sílfide le contó varias historias sobre el pueblo feérico. Esas historias son las que capítulo a capítulo fui relatando. Aventuras de duendes, trasgos, hadas, etc., siempre con el telón de fondo de un paisaje tan hermoso como los alrededores del Majaceite. Realidad y sueño. Cuando se acabaron las historias sobre estos personajes, decidí acudir al encuentro de la persona que me los contó. Para mi sorpresa, este amigo no estaba en su casa, al parecer, según su mujer, había sufrido una crisis y estaba ingresado en una unidad de psiquiatría de Sevilla. 
Pasaron varios días, los cuales estuve dudando si ir a visitarlo a Sevilla o esperar a que se recuperara. Pero pasaban las semanas y aparentemente no había mejoría. Una tarde, después de llegar del trabajo, me subí al coche y puse rumbo a la capital. 
Cuando llegué al complejo hospitalario, me dirigí al pabellón de psiquiatría. En recepción di el nombre y apellidos del paciente y una señorita me indicó que esperara en una sala. Frente a mí había una pareja de personas mayores, según me contó la señora, estaban allí esperando para poder visitar a su hijo, que estaba ingresado desde hacía meses. Miré a mi alrededor, los enfermeros, auxiliares, doctores, iban y venían por un largo pasillo. Todo allí era de un blanco impoluto. 
La tarde se tornó gris, por los ventanales se podían ver los árboles moviéndose a merced del viento y en los cristales empezaban a resbalar las pequeñas gotas de lluvia. La voz de una enfermera me sacó de mis cavilaciones, parece que ya podía pasar a verle. Seguí a la enfermera por el pasillo, pasamos por varias habitaciones y al fin, allí estaba mi amigo, sentado, esperándome. 

Miguel Ángel Rincón Peña

21 mar 2013

“UTÓPICA LOCURA”

Desde que dejé de escribir el cuento de los feéricos del río Majaceite (¿lo recuerdan?), me están sucediendo cosas muy extrañas de explicar. Sin ir más lejos, ayer mismo, mientras conducía el coche de vuelta a casa, atropellé a una mariposa. Para mi sorpresa, ésta atravesó el parabrisas, revoloteó por el interior del coche y salió por la parte trasera de la misma manera que había entrado. También se me cambian las cosas de sitio continuamente, me aparecen mensajes raros al encender el ordenador y un sinfín de cosas más. Bien podría parecer que los personajes del cuento están dándome algún tipo de mensaje para que continúe escribiendo sus historias.
Y es que la realidad está llena de violencia y sinrazón. Abre uno cualquier periódico y la mayoría de las noticias le cambian el estado de ánimo al lector, desahucios por doquier, corruptos hasta en la sopa, los índices del desempleo, crisis por todos lados y para olvidar la crisis fútbol, fútbol y si sobra tiempo algo más de fútbol. Y así vamos tirando.
Quizá por eso, los habitantes mágicos del cuento estén llamando mi atención para que escriba la segunda parte, porque la realidad, a veces, es muy aburrida (además de cruel), y esos señores tan solemnes que manejan nuestras vidas no tienen derecho a manejar también nuestra imaginación y creatividad. Los feéricos y yo, renegamos de esa sociedad capitalista que nos exprime, reprime y encarcela en una ficticia libertad. Renegamos de ese sistema injusto y putrefacto que hiede a cadáver por los cuatro costados. Pero ese sistema inhumano no acabará mientras que en los sillones de los parlamentos sigan las mismas posaderas de siempre. Ellos se han encargado de que esas posaderas continúen apoltronadas, aprobando leyes para que todo siga igual. Tenemos el ejemplo de la Ley electoral, garantía para que el bipartidismo se perpetúe, turnándose mandato tras mandato en el Poder.
Ante el ataque continuo del Capital, ante la desidia, el individualismo, el abatimiento, la represión, la cobardía... Defendámonos con la Educación, la Cultura, la imaginación, la creatividad… Ante su “distópica cordura”, nuestra “utópica locura”.

Miguel Ángel Rincón Peña


14 mar 2013

BERGOGLIO

Millones de católicos en todo el mundo esperaban el momento en que el humo blanco saliera por la chimenea de la capilla Sixtina. El miércoles, la esperada “Fumata blanca” anunciaba el “Habemus Papam”. Ya sólo quedaba conocer quién sería el nuevo pontífice de la Iglesia Católica. A eso de las ocho y pico salía al balcón a dar el saludo el que fuera cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio y que a partir de ahora será el Papa Francisco I. Bergoglio se convierte así, en el primer Papa latinoamericano. 
Para unos, es una buena persona, modesto y humilde. Para otros, incluido el New York Times, Francisco I es un conservador, homófogo, machista y colaborador de la dictadura argentina. A juzgar por los comentarios y declaraciones hechos por Bergoglio y viendo las fotografías junto a personajes tan sinientros como el dictador Videla, el nuevo Sumo Pontífice de la Iglesia Católica tiene un pasado más que sospechoso. 
Yo que me considero una persona atea, esperaba que los miembros del Cónclave eligieran por fin a un Papa que iniciara un proceso de cambio en el seno de la Iglesia. Creo que no deberían seguir con esas políticas medievales y abrirse a las necesidades del mundo que los rodea. Si uno lee la palabra de Jesucristo se dará cuenta que la jerarquizada Iglesia Católica lleva haciendo todo lo contrario desde hace siglos. Curiosamente, siempre han estado del lado del poderoso y del opresor, en la dictadura española, en la chilena, en la argentina y en otras muchas. Jesucristo, en cambio, se puso del lado de los pobres, de los oprimidos y luchó contra un imperio. 
Son demasiados agujeros negros los que tiene la Iglesia Católica, y no estaría de más que enderezaran el rumbo hacia una Iglesia más humana, más cercana al pueblo, más progresista y honesta. Muchos fueron los errores que cometieron en el pasado, ya es hora de que salgan del pozo medieval y se actualicen. Algunos pensarán que eso es como pedirle peras al olmo, y tienen razón, viendo al hombre que han puesto de Papa, un hombre que suelta por esa boca perlas como: “La ley sobre el matrimonio gay es una «movida» de Satanás”. “Las mujeres son naturalmente ineptas para ejercer cargos políticos”. “Las Escrituras nos demuestran que la mujer siempre es el apoyo del hombre pensador y hacedor, pero nada más que eso”. 
En fin, que “Habemus Papam”, con todas sus consecuencias. 

Miguel Ángel Rincón Peña

7 mar 2013

LOS DÍAS DE LLUVIA

Llevamos unos días de lluvia, viento y frío que parece que en vez de en Andalucía vivimos en el País Vasco. En días así, hay quién opta por quedarse en casa, junto al brasero y ver la tele, leer un libro, o simplemente mirar por la ventana mientras cae la lluvia. A mi abuela materna le encantaba la lluvia, cogía su paraguas y allá que iba, a la tienda, a misa, daba igual el sitio, ella se inventaba cualquier excusa para salir a la calle lloviendo. Supongo que yo he heredado esa pasión por los días de lluvia. También suelo aprovechar para salir a caminar bajo la lluvia, y también soy de esos a los que les encanta conducir cuando llueve. Son días especiales. 
Uno de los mejores sitios para ver llover es en la costa, junto al mar. Observar las olas chocando con las rocas, la lluvia mojando la arena, el viento. Uno, en medio de esa escena, se siente pequeñito, desprotegido. Y es que no somos más que un granito de arena en medio del universo. Por muy importante que la humanidad se crea, en comparación con todo lo que nos rodea, es una pequeña hormiguita. Pero nos empeñamos en dominar todo lo que tenemos a nuestro alcance, por las buenas o por las malas (casi siempre por las malas). 
En fin, a lo que iba, que llevamos unos días en los que los litros están cayendo de lo lindo, y si bien, al comienzo de este artículo decía que me gustaban los días de lluvia, también reconozco que cuando llueve demasiado puede ser perjudicial, por ejemplo, cortes de carreteras, inundaciones, daños en las casas, colegios que no pueden abrir, etc. Si a eso le unimos el fuerte viento, imagínense. Y es que la naturaleza cuando dice “aquí estoy” no hay quién la pare, por eso la tenemos que respetar. Sin ir más lejos, ayer mismo, ante los insistentes comentarios en las redes sociales, el Servicio de Información Sísmica del Instituto Geográfico Nacional desmentía tajantemente que existiera una alerta roja por tsunami en Cádiz. Que pueda haber un tsunami es posible, predecir el terremoto que provoca dicho tsunami, no. Así que parece que no hay peligro, pero constantemente la Tierra nos está lanzando mensajes en forma de huracanes, terremotos, tsunamis, erupciones volcánicas, etc. Incluso el universo nos da el aviso en forma de meteoros. Por lo visto, los días de lluvia también ayudan a la reflexión, cosa que nunca viene mal en los tiempos que corren. 

Miguel Ángel Rincón Peña