Ayer murió un militar del ejército español en Afganistán y otros cinco resultaron heridos tras explotar una bomba. 87 militares españoles han muerto ya en la “misión de paz” en Afganistán.
Resulta curioso que ahora, con esto de la crisis que vivimos, haya infinidad de jóvenes que se decidan por hacer del ejército su profesión. Hace poco me encontraba tomando algo en una terraza y en la mesa contigua habían dos muchachos de unos veintitantos años y que según pude escuchar, eran militares. Me interesó la conversación por todos los disparates que estaban diciendo tanto el uno como el otro. Hablaban de Afganistán, al parecer estaban deseando volver allí, pues según ellos, querían volver a ganar pasta y a pegar tiros. Llamé al camarero, pagué la cuenta y me fui. Es triste oír hablar así a unos chavales. Ellos, y muchos como ellos, se llaman a sí mismo patriotas, soldados, yo opino que de soldados no tienen nada, a mi parecer son simplemente mercenarios que por un buen puñado de euros son capaces de apuntarse a un bombardeo (nunca mejor dicho). No sé si ese sería el caso del militar muerto y de los cinco heridos, lo que sí está claro es que el que juega con fuego puede ser que acabe quemándose, y Afganistán es una hoguera gigantesca, aunque Zapatero y Chacón digan que está todo controlado. Recuerdo que en Iraq la gente salía a la calle a protestar y a gritar aquel famoso “No a la Guerra”, recuerdo a los actores y artistas enseñando sus camisetas con el logo antimilitarista en el congreso, etc. Por qué nadie dice nada ahora. Será porque para ellos, Iraq fue una guerra ilegal y Afganistán, por el contrario, es una intervención legal. Legalidad de las potencias occidentales, claro está. Nunca podré comprender ese cinismo de los que califican a las guerras de legales o ilegales según convenga. A mi entender, todas las guerras deberían ser ilegales. Supongo, que mi opinión pudiera ser, para algunos, políticamente incorrecta, pero que le voy hacer, es lo que pienso.
Actualmente, el número de militares españoles desplazados a Afganistán supera los 1.300. También hay, bajo las órdenes de la OTAN, la Unión Europea y las NU, unos 3.000 militares españoles desplegados en Kosovo, Líbano, Bosnia-Herzehgovina, Somalia, Chad, etc.
Resulta curioso que ahora, con esto de la crisis que vivimos, haya infinidad de jóvenes que se decidan por hacer del ejército su profesión. Hace poco me encontraba tomando algo en una terraza y en la mesa contigua habían dos muchachos de unos veintitantos años y que según pude escuchar, eran militares. Me interesó la conversación por todos los disparates que estaban diciendo tanto el uno como el otro. Hablaban de Afganistán, al parecer estaban deseando volver allí, pues según ellos, querían volver a ganar pasta y a pegar tiros. Llamé al camarero, pagué la cuenta y me fui. Es triste oír hablar así a unos chavales. Ellos, y muchos como ellos, se llaman a sí mismo patriotas, soldados, yo opino que de soldados no tienen nada, a mi parecer son simplemente mercenarios que por un buen puñado de euros son capaces de apuntarse a un bombardeo (nunca mejor dicho). No sé si ese sería el caso del militar muerto y de los cinco heridos, lo que sí está claro es que el que juega con fuego puede ser que acabe quemándose, y Afganistán es una hoguera gigantesca, aunque Zapatero y Chacón digan que está todo controlado. Recuerdo que en Iraq la gente salía a la calle a protestar y a gritar aquel famoso “No a la Guerra”, recuerdo a los actores y artistas enseñando sus camisetas con el logo antimilitarista en el congreso, etc. Por qué nadie dice nada ahora. Será porque para ellos, Iraq fue una guerra ilegal y Afganistán, por el contrario, es una intervención legal. Legalidad de las potencias occidentales, claro está. Nunca podré comprender ese cinismo de los que califican a las guerras de legales o ilegales según convenga. A mi entender, todas las guerras deberían ser ilegales. Supongo, que mi opinión pudiera ser, para algunos, políticamente incorrecta, pero que le voy hacer, es lo que pienso.
Actualmente, el número de militares españoles desplazados a Afganistán supera los 1.300. También hay, bajo las órdenes de la OTAN, la Unión Europea y las NU, unos 3.000 militares españoles desplegados en Kosovo, Líbano, Bosnia-Herzehgovina, Somalia, Chad, etc.
Miguel Ángel Rincón Peña.