Me van a permitir, queridos lectores, que esta semana aparque el cuento que vengo escribiendo por entregas en este periódico. Y es que, tal y cómo está el panorama, si me callo reviento. Así que vamos a meternos en harina.
La Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre de 2013, confirma que el número de personas desempleadas en España ha crecido en 237.400, hasta alcanzar la increíble (pero cierta) cifra de 6.202.700. Sí, más de seis millones de parados. Este Gobierno-títere ha destruido más de un millón de empleos. Los contratos a tiempo completo han disminuido y también caen los asalariados con contratos indefinidos. Paro, empleo precario, familias con el agua al cuello, desahucios, pobreza… Esto es España, señoras y señores.
Y eso no es todo, atención a los nuevos recortes que nos tiene preparados el señorito Rajoy, pues desde Bruselas, se piden más “sacrificios”. Más carne para la picadora capitalista. La troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional), siempre quieren más, la Europa del Capital nos está dejando con una mano delante y otra atrás.
Pero es curioso que mientras estos siniestros personajes le piden al Pueblo sacrificios, ellos mantienen miles de millones de euros en paraísos fiscales, a buen recaudo. Mientras dejan “tiesos” a los ciudadanos, ellos viajan en primera clase, a gastos pagados y con unos sueldos desorbitados.
Ante todo este despropósito, si hay algún ciudadano que se le ocurre levantar su puño y exigir sus derechos (vivienda digna, empleo, etc.), las autoridades se apresuran a etiquetarlo como violento, terrorista, etarra, nazi, y una serie de disparates a los que estos títeres del gobierno nos tienen acostumbrados. Pues bien, políticos que nos (des)gobiernan, si exigir mis derechos y protestar contra todas las injusticias que el Capitalismo está realizando contra la clase obrera es ser terrorista, yo lo soy. Amenacen, censuren, creen leyes contra los manifestantes, pero no lograrán acallar la voz de los de abajo.
Y para concluir, una frase de Miguel de Unamuno que le viene muy bien al PP: "Venceréis pero no convenceréis".
Miguel Ángel Rincón Peña