La semana pasada tuve la suerte de coincidir en una lectura poética con el actor Paco Algora. Leímos junto a otros compañeros en la localidad de Conil. Solemos ir a recitar allá dónde nos llaman y casi siempre lo solemos hacer gratis, sin cobrar ni siquiera el importe de la gasolina. Hay veces que los organizadores no nos invitan ni a un vaso de agua. Sin embargo, lo hacemos porque creemos firmemente que la Cultura es fundamental en estos tiempos oscuros. Me comentaba Paco Algora que está llevando a cabo charlas y recitales por colegios e institutos de la provincia de Cádiz, y se está quedando asombrado de que el alumnado no conozca la poesía de Dámaso Alonso, León Felipe, Gerardo Diego, Luis Cernuda o Emilio Prados, pero lo más preocupante es que le parecía que ni los maestros tenían tal conocimiento. Una pena.
Malos tiempos estos, en que la gente conoce mejor la plantilla de colaboradores del Sálvame que a los poetas de la generación del 27. Malos tiempos en los que la televisión es el faro que ilumina y no lo son los libros, malos tiempos estos en los que las calles se llenan de “muertos vivientes”. Referente a los muertos vivientes, es triste que la mayoría de las personas que ven películas de George A. Romero, no sepan captar el trasfondo de crítica a la sociedad y al mundo en que vivimos y sólo crean que son películas de terror, simplemente.
Pero siguiendo con el tema que nos ocupa esta semana, creo, junto con Algora, que una sociedad que no conoce su Cultura está abocada al fracaso (como así estamos viendo). Los libros están ahí para enseñarnos. Las obras de Espronceda, Lope de Vega, Góngora, Valle-Inclán, Pío Baroja y tantos otros escritores, representan los libros de instrucciones para poder sobrevivir dignamente en este mundo, para poder combatir a los “muertos vivientes” que nos rodean y que cada día son más. La poesía, la pintura, la escultura, etc., nos hacen más humanos y nos dan pensamiento y voz… pero al parecer, nos quieren autómatas, calladitos y obedientes. Hay que reivindicar la Cultura en general y la Poesía en particular, como herramienta transformadora, ya lo decía Gabriel Celaya.
Malos tiempos estos, en que la gente conoce mejor la plantilla de colaboradores del Sálvame que a los poetas de la generación del 27. Malos tiempos en los que la televisión es el faro que ilumina y no lo son los libros, malos tiempos estos en los que las calles se llenan de “muertos vivientes”. Referente a los muertos vivientes, es triste que la mayoría de las personas que ven películas de George A. Romero, no sepan captar el trasfondo de crítica a la sociedad y al mundo en que vivimos y sólo crean que son películas de terror, simplemente.
Pero siguiendo con el tema que nos ocupa esta semana, creo, junto con Algora, que una sociedad que no conoce su Cultura está abocada al fracaso (como así estamos viendo). Los libros están ahí para enseñarnos. Las obras de Espronceda, Lope de Vega, Góngora, Valle-Inclán, Pío Baroja y tantos otros escritores, representan los libros de instrucciones para poder sobrevivir dignamente en este mundo, para poder combatir a los “muertos vivientes” que nos rodean y que cada día son más. La poesía, la pintura, la escultura, etc., nos hacen más humanos y nos dan pensamiento y voz… pero al parecer, nos quieren autómatas, calladitos y obedientes. Hay que reivindicar la Cultura en general y la Poesía en particular, como herramienta transformadora, ya lo decía Gabriel Celaya.
Miguel Ángel Rincón Peña