Si es que, aunque uno no quiera, tiene que hablar del Partido Popular a la fuerza. Esta gente, día sí y día también, salen en los papeles, nunca mejor dicho.
Que sí Barcenas, que si financiación ilegal, sobresueldos, recortes, subida de impuestos, en fin, para qué seguir.
Y la gente está completamente asqueada de tanta corrupción y de tanta sinvergonzonería. Esto no hay democracia que lo aguante, y la nuestra desde la transición tiene los pies de barro, así que imagínense ustedes.
El otro día me dio por abrir un periódico de tirada nacional, quién me mandará a mí… Titular: “Cospedal planea no pagar el mes entero si la persona dependiente muere antes de que acabe ese mismo mes.” En mi humilde opinión, hay que ser muy, pero que muy canalla para planear esas fechorías. Y es que, desde que comenzó esta crisis, que no es una crisis, sino una estafa en toda regla, tanto el PSOE antes, como el PP ahora, están atacando a los sectores más débiles: colectivos de discapacidad, desempleados, trabajadores precarios, autónomos, sanidad, educación, etc. Y mientras, esta gente que nos desgobierna embolsándose todos los meses sus buenos sueldos, sobresueldos, dietas y a saber qué más. ¿Pero saben ustedes lo peor de todo? Que llegados a este punto, no hay más culpables que nosotros mismos. Sí, porque si los ciudadanos nos plantásemos de una vez por todas y dijéramos hasta aquí habéis llegado, otro gallo nos cantaría. Si hay que hacer una huelga indefinida se hace, si hay que enfrentarse a sus cuerpos de seguridad, si hay que ocupar tierras, congreso y senado, pues se hace. De nada nos sirve sentarnos en las plazas a darles florecillas a la policía y tocar el timbal. Ellos, desde sus despachos se ríen a carcajadas de esas pantomimas. Hay que salir a la calle decididamente a exigirles respeto por el Pueblo, que no queremos migajas, queremos justicia, dignidad, trabajo. Ya está bien de seguirles el juego como pasmarotes. Ya está bien de contemplar “el incendio” como las vacas cuando ven pasar al tren.
Esta reflexión que escribo está incentivada por un interesante artículo que leí ayer escrito por Pedro Pérez Linero para El Tintero, una pequeña publicación que ya está en la calle y la cual recomiendo, pues como a mí, les hará reflexionar.
Miguel Ángel Rincón Peña