Ayer por la mañana, mientras desayunaba, un periódico de tirada nacional estaba en la barra, casi rozándome el codo. La tentación por leerlo era grande, ni siquiera quería mirar su portada, por si acaso. Al final decidí echarle un vistazo, aunque fueran solamente las páginas de cultura o de sociedad, pero inevitablemente me topé con una de esas noticias que se queda dando vueltas en la cabeza durante todo el día. El titular era demoledor: “Los niños españoles, los más pobres de Europa, sólo por detrás de Rumanía”. El último informe de Cáritas Europa pone de manifiesto que "las políticas de austeridad han fallado a la hora de solucionar problemas". La tasa de riesgo de pobreza en menores alcanza ya casi el 30%, nueve puntos por encima de la media europea.
Me encontraba en la barra del bar, desayunando, con el periódico en la mano, mientras en una esquina, la tele estaba puesta en el canal de noticias, y dos políticos, uno del PP y otro del PSOE, junto a varios tertulianos, debatían acaloradamente por algún asunto de actualidad política. Si el del PP decía blanco el del PSOE lo contradecía rápidamente y decía negro. Si el del PSOE decía No, su contrincante no vacilaba ni un segundo en decir Sí. En fin, todo un espectáculo lamentable y aburrido que le hace a uno pensar que así no salimos de esta. De vuelta al periódico, seguí leyendo la noticia: Por personas en riesgo de pobreza o exclusión social se entienden las que disponen de sólo un 60 % del ingreso medio del resto de la población; las que tienen entre el 40 % y el 50 % son catalogadas como "pobres" y las que cuentan con menos del 40% se encuentran en situación de "pobreza extrema".
La gente más vulnerable es la que está pagando las consecuencias de esta maldita crisis y de la pésima gestión del Gobierno (anterior y actual) que no duda en rescatar Bancos (y ahora parece que también se rescatarán las constructoras de las autopistas de peaje) antes que a las familias necesitadas.
Apuré la taza de té y le pagué al camarero. Mientras caminaba, iba pensando en lo injusta que a veces es la vida. En España, mientras Rajoy dice que ve la luz al final del túnel, tres de cada diez niños españoles viven en riesgo de pobreza y exclusión social. Sin duda, hay una mayoría amplia de políticos que viven en otra realidad completamente distinta a la que padece el Pueblo. Luego se quejarán de la desafección de la ciudadanía por la política. Pues oigan, se lo han ganado a pulso.