1 abr 2012

¡HUELGA!

El miércoles se presentó en Olvera el libro homenaje “La poesía es un arma cargada de Celaya”. Un libro de poesía en el cual se reivindica la memoria del gran poeta Gabriel Celaya. Un poeta tristemente olvidado por tener unos firmes ideales, por hacer de la poesía una herramienta para denunciar injusticias.
Mientras transcurría el recital, yo pensaba en cuánta falta nos hacen poetas como Celaya, intelectuales comprometidos, los cuales arriesgan su propio pellejo defendiendo sus ideas, como hicieran Miguel Hernández, Antonio Machado, García Lorca, y tantos otros. Ellos, sin duda, hubieran estado en contra de esta Reforma Laboral y habrían apoyado la Huelga General. Pero los tiempos cambian, no siempre a mejor, y ahora parece que a la gente les da por defender el derecho al trabajo el día en que se defienden los derechos del trabajador, es algo así como facilitar el despido para crear empleo. ¡Vaya paradoja! Y no hacen Huelga porque desconfían y acusan a los sindicatos de estar subvencionados, vivir del cuento y tener liberados que no hacen ni el huevo por los trabajadores. A mi me gustaría informarles que existe vida más allá de los sindicatos mayoritarios, por ejemplo, la CNT que no cobra un euro en subvenciones y además no tiene ningún liberado. Es muy importante que sepamos diferenciar entre los sindicatos amarillos y los sindicatos de clase.
También es triste tener que ver cómo los piquetes han de obligar a los comerciantes a cerrar sus negocios, esos comerciantes tendrían que cerrarlos por convicción, por propia voluntad. No me gusta ver a trabajadores amenazados por sus jefes. Tampoco me gusta ver a obreros contra obreros.
España en general, y Andalucía en particular, tienen una larga trayectoria de lucha obrera, los jornaleros saben bien de qué hablo. Tendríamos que estudiar la historia y leer mucho más, porque la lectura nos hace libres, nos transporta a otros lugares, nos activa la imaginación y actúa como el más potente revulsivo para nuestra mente y nuestra conciencia. Ya lo dejó escrito Celaya: “Poesía para el pobre, poesía necesaria como el pan de cada día, como el aire que exigimos trece veces por minuto, para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica”.

Miguel Ángel Rincón Peña