30 dic 2011

EL ZUMBIDO

Esta semana, a través de un amigo, he podido conocer a una persona muy interesante. Se llama Manuel G. H. y es vecino de un pueblo de la sierra de Cádiz. Mi amigo me habló de él porque al parecer tenía una historia que contar y podía interesarme. Como yo me apunto a cualquier tipo de bombardeo, allá que fui a conocerle y a escuchar esa historia tan interesante que tenía que contar.

Manuel, que supera con alegría los 60 años, vive en un pueblo blanco, en una casita encalada, allí nos esperaba sentado en una silla de enea a la orilla de una buena chimenea. Nos presentamos y antes de continuar me pidió que si escribía algo de lo que me iba a contar obviara sus datos personales. Y es que la historia que me narró Manuel es de esas que cuesta creer si no eres tú el protagonista. Manuel está jubilado, pero tiene unas tierras en las cuales sembró un huerto, según él, para entretenerse y pasar las tardes. El pasado viernes, día 23, estaba en su huerto, a punto de marcharse ya porque se le hacía de noche, y se dirigió a la cancela para abrirla, en ese instante escuchó un zumbido que lo paralizó. Estuvo así unos segundos, quieto, escuchando ese sonido, hasta que se volvió y pudo ver un gran objeto gris sin una forma determinada, sólo se acuerda de que era muy grande, no tenía ningún tipo de luz y estaba suspendido en el aire, emitiendo aquel extraño zumbido.
También se dio cuenta de un detalle curioso, y es que su perro, acostumbrado a ladrar a todo desconocido, en aquel momento se encontraba dentro de un bidón metálico con el rabo entre las patas. El sonido se hacía cada vez más intenso, según Manuel, le atravesaba la cabeza como una aguja. Estuvo así un par de minutos hasta que el objeto desapareció. Al llegar a casa miró la hora de su reloj de pulsera, pero las manillas estaban rotas. Afirma que el dolor de cabeza le ha durado dos días, y dice que aún hay ratos que siente alguna punzada. También me dijo que un vecino que se hallaba cerca también pudo oir aquel sonido misterioso, pero se negó en rotundo a comentar nada de ese tema.

Estuve con Manuel en su casa, me enseñó el reloj roto, me llevó a su huerto, comprobé que el perro ladraba de lo lindo, etc. Qué quieren que les diga, si siguen esta columna de opinión sabrán que soy bastante escéptico sobre estos temas, pero tenía que escribir la historia del dichoso zumbido, porque no sucede todos los días que le cuenten a uno estas cosas tan extrañas (y es que, lo que no me pase a mi...)
Ahora que cada cual piense lo que quiera. Feliz año nuevo.

Miguel Ángel Rincón Peña


22 dic 2011

FELIZ SOLSTICIO DE INVIERNO

Hace algo así como una treintena de años, cuando el que esto firma acababa de dejar a duras penas el chupete y aún creía en el espíritu de la Navidad, en los Reyes Magos de Oriente y en el niño Jesús…, uno esperaba con ilusión que llegara diciembre para ver las calles alumbradas, los árboles de Navidad decorados con bolitas y las bombillitas intermitentes. Me gustaba ver las calles a rebosar, gente de un lado para otro, comprando o paseando. También me gustaba cuando mi madre me llevaba a la plaza del Socorro de Ronda, a comprar castañas asadas en un puestecito, recuerdo que una señora muy mayor (en aquella época todas las señoras me parecían mayores) cogía un papel de periódico, como éste que sujeta usted ahora mismo en sus manos, y lo enrollaba haciendo un pequeño cucurucho en el cual echaba las castañas. Mi madre le pagaba a la señora y me daba el paquete a mí, recuerdo aquel calor que desprendía en mis pequeñas manos.
Luego la cena de nochebuena, junto a toda la familia (familia a la cual, el aranero tiempo, ha ido robándole componentes), y el pavo, los langostinos, las copitas, etc. Y pocos días después, la noche de Reyes. Esa noche en la que los nervios no nos dejaban dormir por mucho que lo intentáramos. Me pasaba la noche pensando en si habrían pasado ya por mi casa los Reyes con los regalos, hasta que el sueño me vencía. A la mañana siguiente, a primera hora y con los ojos medio pegados, corría al salón en busca de los regalos, y allí estaban, envueltos en papel de colores y dispuestos a ser zarandeados sin compasión. Creo que mi madre disfrutaba más que yo viendo mi cara cada vez que abría uno de los regalos. Entonces uno era feliz, era un niño y no entendía los problemas de los mayores, no sabía que existían niños en el mundo que no tenían Navidad, ni cenas, ni regalos. No sabía que los Reyes Magos eran en realidad mi madre y mis familiares. Era feliz en mi ignorancia.
Ahora, a mis treinta y pocos tacos, con la experiencia que da la vida y más ateo que el mismísimo Marx, la Navidad se convierte, tan sólo, en un recuerdo de tiempos mejores, aparte de eso, poco más que consumismo e hipocresía. ¡FELIZ SOLSTICIO DE INVIERNO!

Miguel Ángel Rincón Peña

15 dic 2011

MINIJOBS

¿Saben ustedes lo que son los “minijobs”? Pues, básicamente, son contratos a tiempo parcial de pocas horas de trabajo, con sueldos máximos de 400 euros y con “flexibilidad total”. Los minijobs o minitrabajos, ya fueron puestos en marcha en Alemania en el 2003 bajo la excusa de atajar el desempleo y la economía sumergida. Ahora, el Banco Central Europeo (BCE) y la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) piden al Gobierno español que implante los minitrabajos en una futura reforma laboral.
Lo peor de todo, es que esos miniempleos también traerán para el trabajador, miniderechos, minisalarios y por lo tanto, minividas, pues a ver quién podrá vivir decentemente con un salario no mayor a los 400 euros.
Quizá al señorito Cayetano Martínez de Irujo le deberían de dar un miniempleo de esos, para que se busque la vida como cualquier trabajador andaluz, así se le quitarían las ganas de tanto caballito y tanto darle a la lengua para criticar al pueblo andaluz. ¡Pero qué mal repartido está el mundo! Y también tenemos al Urdangarín, que al parecer, tiene un gran talento para los negocios turbios.
Pero volviendo al tema de los miniempleos, tal y cómo está la cosa, se les tendría que caer la cara de vergüenza a la patronal española y a los del BCE por pedir más recortes aún hacia la clase trabajadora, que al fin y al cabo, es la que está padeciendo realmente esta crisis. Crisis que ha sido creada por el Capital, los Mercados, la Banca y la mala gestión de los gobiernos. Esos mismos son los que piden reformas antisociales, que el trabajador sea el que se apriete el cinturón mientras ellos llevan tirantes.
¿Qué podemos hacer los ciudadanos? Los colectivos sociales recomiendan una serie de medidas para boicotear al capitalismo, en la medida de nuestras posibilidades. Por ejemplo, no comprar en los grandes centros comerciales, mejor ir a comprar a los pequeños y medianos negocios, la tienda de la esquina, mercado de abasto, etc. No utilizar la tarjeta para pagar (eso beneficia a los bancos) hacerlo en metálico siempre que se pueda. Son consejos útiles para esta época de festividad y consumismo.

Miguel Ángel Rincón Peña

8 dic 2011

YA LO DIJO CELAYA

La semana pasada tuve la suerte de coincidir en una lectura poética con el actor Paco Algora. Leímos junto a otros compañeros en la localidad de Conil. Solemos ir a recitar allá dónde nos llaman y casi siempre lo solemos hacer gratis, sin cobrar ni siquiera el importe de la gasolina. Hay veces que los organizadores no nos invitan ni a un vaso de agua. Sin embargo, lo hacemos porque creemos firmemente que la Cultura es fundamental en estos tiempos oscuros. Me comentaba Paco Algora que está llevando a cabo charlas y recitales por colegios e institutos de la provincia de Cádiz, y se está quedando asombrado de que el alumnado no conozca la poesía de Dámaso Alonso, León Felipe, Gerardo Diego, Luis Cernuda o Emilio Prados, pero lo más preocupante es que le parecía que ni los maestros tenían tal conocimiento. Una pena.

Malos tiempos estos, en que la gente conoce mejor la plantilla de colaboradores del Sálvame que a los poetas de la generación del 27. Malos tiempos en los que la televisión es el faro que ilumina y no lo son los libros, malos tiempos estos en los que las calles se llenan de “muertos vivientes”. Referente a los muertos vivientes, es triste que la mayoría de las personas que ven películas de George A. Romero, no sepan captar el trasfondo de crítica a la sociedad y al mundo en que vivimos y sólo crean que son películas de terror, simplemente.

Pero siguiendo con el tema que nos ocupa esta semana, creo, junto con Algora, que una sociedad que no conoce su Cultura está abocada al fracaso (como así estamos viendo). Los libros están ahí para enseñarnos. Las obras de Espronceda, Lope de Vega, Góngora, Valle-Inclán, Pío Baroja y tantos otros escritores, representan los libros de instrucciones para poder sobrevivir dignamente en este mundo, para poder combatir a los “muertos vivientes” que nos rodean y que cada día son más. La poesía, la pintura, la escultura, etc., nos hacen más humanos y nos dan pensamiento y voz… pero al parecer, nos quieren autómatas, calladitos y obedientes. Hay que reivindicar la Cultura en general y la Poesía en particular, como herramienta transformadora, ya lo decía Gabriel Celaya.

Miguel Ángel Rincón Peña

1 dic 2011

3 DE DICIEMBRE

El 3 de diciembre, es el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Para los que trabajamos a diario con personas con algún tipo de discapacidad, este día es propicio para la reivindicación, para llamar la atención y sensibilizar al conjunto de la sociedad.
A mi opinión, creo que deberíamos poner mucho énfasis en la utilización del lenguaje como herramienta para la normalización, porque todos solemos utilizar (casi sin darnos cuenta) términos genéricos cuando hablamos de estas personas, por ejemplo, se suele decir “discapacitado” en vez de “persona con discapacidad”, o “sufre esquizofrenia” en lugar de “tiene esquizofrenia”. Los políticos suelen utilizar mucho el término “gasto social” que tiene connotaciones negativas (el gasto), se debería decir “inversión social. Estos detalles lingüísticos, a más de uno le podrán parecer que no tienen importancia, pero la tienen, y mucha. La integración, la inclusión, la normalización, tienen su base en la educación. El profesorado tiene una gran responsabilidad en ese tema, pero también la familia. Debemos enseñar unos valores a nuestros menores y para ello tenemos que utilizar un lenguaje adecuado, sin discriminaciones de ningún tipo. Poco a poco se va avanzando en ese camino, aunque aún quedan zopencos que usan términos como “mongolo”, “subnormal”, “retrasado”, etc., con el claro objetivo de infravalorar. Hay que luchar contra eso.

Otra reivindicación para este día, es la defensa, ante la Crisis, de los derechos de las personas discapacitadas. Los recortes en el ámbito de la discapacidad, digan lo que digan los políticos, han venido produciéndose en según qué comunidades autónomas. No podemos permitir que ocurra un retroceso de unos logros conseguidos que son irrenunciables, por lo tanto debemos exigir a los Poderes Públicos un compromiso firme con los objetivos de inclusión de las personas con discapacidad y sus familias.

Por último, también este día debe servir para el reconocimiento de todas esas personas que, aún con una discapacidad, logran salir adelante con su esfuerzo y ganas de vivir. Tenemos muchos ejemplos, administrativos, músicos, actores, carpinteros, deportistas, mecánicos, etc.

Miguel Ángel Rincón Peña

26 nov 2011

DESNUDOS SOLIDARIOS:

Aliaa el Mahdy es una joven egipcia que ha causado un enorme revuelo en su país al publicar una fotografía desnuda "para defender la libertad". Esta defensora de los Derechos Humanos podría ser condenada a 80 latigazos e incluso a la pena de muerte. Desde El fuego de la utopía apoyamos a Aliaa y a todas las personas que luchan por la Libertad y por los Derechos Humanos, y por ello, cuatro de nuestros poetas y músicos, han decidido desnudarse en solidaridad y como medida de protesta. Nuestro colectivo cree firmemente que el mundo de la Cultura debe ser un eficaz instrumento de denuncia frente a las injusticias. Nosotros, además de poetas, músicos, pintores, etc., también somos activistas. ¡Viva la Libertad de Expresión!

24 nov 2011

OPIO

Leo en la prensa que en Afganistán, condenaron a una mujer que fue violada a elegir entre la pena de doce años de cárcel o a casarse con su violador. La “justicia” afgana la condenó por adulterio. Parece increíble, pero tales despropósitos ocurren con demasiada frecuencia en países donde la Religión y el Estado se funden. Los llamados Estados islámicos hacen sus leyes basándose en el Islam. Un despropósito.

Aquí en España también ocurrió, por ejemplo, en la Edad Media, donde la Iglesia y Estado realizaron auténticas barbaridades en nombre de Dios. Más cercano tenemos el nacionalcatolicismo, donde los jerarcas de la Iglesia Católica paseaban bajo palio al dictador Francisco Franco Bahamonde. Sé que a muchos no les gustará que recuerde estos hechos, pero es necesario hacer un ejercicio de memoria para demostrar que la mayoría de las religiones (si no todas) buscan lo mismo, controlar y someter al ser humano. Ya lo dijo aquel viejo filósofo llamado Karl Marx, “la religión es el opio del Pueblo”, y si echamos un vistazo a la Historia, comprobaremos que tenía toda la razón el buen hombre.
Pero centrémonos en la idea de Estado islámico, a los occidentales nos suena lejano ese concepto. El término Estado islámico se refiere a los diferentes países que adoptan como suyo al Islam, y más específicamente la Sharia (la ley musulmana), como la fundamentación ideológica para sus instituciones políticas.

Yo respeto profundamente todas las creencias y religiones, mientras que éstas respeten mi libertad como persona atea que soy. No entra en mi cabeza que una religión se inmiscuya en asuntos de Estado o en leyes. Un Estado que no es laico corre el riesgo de vulnerar los más elementales derechos humanos, como así podemos comprobar a lo largo de la historia y hasta nuestros días. España, a día de hoy, es un estado aconfesional, se considera así desde 1978, aunque tiene tratados de colaboración con la Iglesia Católica, a la que se le trata de manera especial. Quizá ahora que Rajoy es presidente, la Iglesia Católica recupere influencia en el Estado (abolir la ley del aborto, el matrimonio gay, etc.), el tiempo dirá.
La semana que viene… hablaremos del Gobierno.

Miguel Ángel Rincón Peña

16 nov 2011

LOS DE ABAJO (III)

Una semana después de los incidentes en el congreso de los políticos, tuvo lugar una reunión entre representantes de las dos clases sociales dominantes, los de arriba y los políticos. Tenían un verdadero problema, el levantamiento de los de abajo, y eso iba en contra del Sistema. Los de arriba dijeron que habría que darle al asunto una solución, pues estaban en juego sus privilegios. Los políticos, con la tenacidad que les caracterizaba, pensaron una solución para mantener a raya a los de abajo. A los pocos días, convocaron una reunión entre las tres clases sociales. Los de abajo acudieron en masa, los políticos y los de arriba sólo con sus representantes.
Ante la muchedumbre, el representante de los políticos dijo tener la solución para que los de abajo adquirieran más derechos y vivieran más dignamente, y pasó a enumerar las propuestas ofrecidas: La primera sería instalarles en cada hogar de la clase de abajo, una televisión para que pudieran estar informados y entretenidos. La segunda sería la construcción de un gran centro comercial donde los de abajo podrían adquirir todo lo necesario para poder tener una vida digna (comida, ropa, electrodomésticos, etc.). La tercera sería crear un sindicato donde los de abajo se pudieran afiliar para defender sus derechos laborales. Cuarta, se creará una liga de fútbol donde podrán competir varios equipos. Por último, se legalizará el alcohol. Los de abajo, se miraban los unos a los otros y murmuraban entre ellos. Creían que habían conseguido una victoria ante las clases superiores. La construcción de un gran centro comercial daría trabajo y dinero, la televisión traería cultura al Pueblo, el sindicato sería un gran apoyo para los obreros, el fútbol sería un disfrute para todos y la legalización del alcohol nunca vendría mal para los festejos. Los de abajo aceptaron estas propuestas y se marcharon contentos por los nuevos derechos adquiridos. Mientras, los de arriba y los políticos se frotaban las manos, pues, con la televisión lograrían controlar el pensamiento, creando opinión a los de abajo, con el centro comercial provocarían el consumismo, uno de los motores del capitalismo, el sindicato estaría controlado por los políticos mediante subvenciones, con el fútbol se distraería la atención de los verdaderos problemas, y con el alcohol se alienaría a los jóvenes y no tan jóvenes.
Moraleja: Desconfíe de las clases dominantes y mantenga el libre pensamiento.

Miguel Ángel Rincón Peña

15 nov 2011

LOS DE ABAJO (II)

La puerta del Congreso era robusta y gris. Los obreros llamaron al timbre un par de veces. A los pocos segundos abrió el portero de los políticos. Con voz arrogante preguntó a los de abajo el motivo de la visita, éstos, dijeron que querían hablar con el representante de los políticos. El portero, mirándolos por encima del hombro, les dijo que para eso necesitaban un permiso especial que tendrían que haber pedido con antelación y esperar a que les dieran una cita. Los de abajo dejaron muy claro que no se moverían de allí hasta que el representante no los recibiera en su despacho. La inmensa puerta se volvió a cerrar dejando a los obreros en la calle.
Mientras todo esto ocurría, el representante de los políticos, asomado tras la cristalera de su despacho, hablaba por teléfono con el representante de la clase de arriba y le comentaba la situación. Murmuraban que sería peligroso que los de abajo se decidieran a protestar. Había que cortar esa situación cómo fuera y al representante de los políticos, aún sin haber escuchado las reivindicaciones de los de abajo, decidió llamar a la policía para que desalojaran a los obreros de la puerta del Congreso.
Los trabajadores de la clase de abajo estaban sentados justo en el escalón de aquella gran puerta y no podían imaginar la que se les venía encima. Pasaron unos minutos y a lo lejos se escucharon varias sirenas, poco rato después, los obreros eran apaleados por miembros de la policía. La policía era un cuerpo de seguridad del Estado que supuestamente estaba para proteger a los ciudadanos sin distinción de clase social, sin embargo, a la hora de la verdad siempre actuaban contra los de abajo, por orden de las clases superiores. Curiosamente, reprimían a los que les pagaban el sueldo.
El representante de los políticos reía a carcajadas desde su despacho, mientras veía cómo corrían los de abajo, perseguidos por la policía. Se dirigió hacia su cómodo sillón de cuero y se encendió un buen puro mientras pensaba en que el Sistema lo tenía “todo atado y bien atado”. El día siguiente estaba el representante haciendo cuentas en el mismo despacho cuando por la ventana entró un coctel molotov que incendió rápidamente las cortinas. Delante de la gran puerta había el doble de obreros que el día anterior y con sus herramientas se disponían a desmontar la robusta puerta. (Continuará…)

Miguel Ángel Rincón Peña

2 nov 2011

LOS DE ABAJO (I)

Había una vez, en un país muy lejano, una sociedad de hombres y mujeres que se llamaban a sí mismos “libres”. Se organizaban en clases sociales. Una de esas clases era la de arriba. A ella pertenecían los grandes mercaderes, los aristócratas, los banqueros y algún que otro político que lograba ascender de clase. Estos hacían poco, daban fiestas y comilonas, viajaban, paseaban, invertían en Banca, etc. Los integrantes de la clase de arriba eran casi siempre los mismos, pues tenían una comunidad donde se hacía muy complicado entrar.
Después estaba la clase política. Cada cierto tiempo, el país elegía a sus representantes políticos y éstos se reunían en un salón muy grande para decidir el futuro de aquel pequeño Estado. Creaban y modificaban leyes, votaban propuestas, etc. Los políticos también eran casi siempre los mismos, no se sabía bien el motivo.
Y por último, existía la clase de abajo. Los de abajo eran los que mantenían toda la estructura piramidal de las clases dominantes. Eran los que trabajaban de Sol a Sol, los que cuando había crisis se quedaban sin trabajo o con suerte con un empleo precario. Eran los de abajo los que votaban en las elecciones a la clase política y mantenían así la burocracia.
Así que, en definitiva, los de la clase de arriba eran los que tenían el dinero, la clase política eran los que miraban por los intereses de los que tenían el dinero y la clase de abajo, eran los que no tenían dinero pero mantenían a las clases socialmente superiores.
Un buen día, uno de los de abajo, cayó en la cuenta de que aquel sistema era totalmente injusto. Y pensó que las demás clases sociales se estaban aprovechando vilmente de los de abajo. Pero, qué podía hacer aquel insignificante obrero contra la gran maquinaria del Estado. Cómo podría convencer a sus compañeros de clase para que reivindicaran sus derechos. Lo intentó, pero sus compañeros temían alzar la voz por miedo a perder sus trabajos, que aunque precarios, era lo único que tenían. Solamente un grupo de ellos se animaron a pedir explicaciones a las demás clases dominantes, y se fueron a la puerta del congreso. Los políticos eran seres dotados con una verborrea única, capaces de convencer y engañar a cualquiera. Los de abajo lo sabían y por eso fueron preparados a la cita. (Continuará…)

Miguel Ángel Rincón Peña

26 oct 2011

GADAFI

La semana pasada tuve que escribir sobre un asunto bastante desagradable que sucedió en China. Esta semana tengo que hacer referencia a otro asunto lamentable que ha ocurrido hace unos días; la captura, vejación y asesinato del líder libio Muamar el Gadafi por parte de los rebeldes. Las imágenes han dado la vuelta al mundo y han dejado claro que hay personas que en determinados momentos pueden ser de todo menos humanos. Me ha indignado profundamente el trato que estos mercenarios a sueldo de la OTAN le han dado a Gadafi.

Qué Gadafi fue un dictador, delincuente y asesino… pues que lo juzguen y si es así que lo condenen, y si no, que lo dejen en libertad, pero lo que no se puede hacer es capturar vivo a Gadafi y a uno de sus hijos, torturarlos (incluso lo sodomizaron) y matarlo a tiros. Como decía Gandhi, ojo por ojo y el mundo se quedará ciego.
Pero lo peor de todo esto, es que los politicuchos occidentales, entre ellos los españoles (Carme Chacón, Trini Jiménez, etc.) tienen la poca vergüenza de no condenar estos asesinatos (creo que todos los asesinatos son condenables, algunos partidos vascos están ilegalizados por no condenar la violencia) y dicen, con toda la cara dura, que la democracia tiene ahora el terreno libre en Libia. Curiosa democracia la que mata sin escrúpulos.

Para los que no sepan en qué situación se encontraba la Libia de Gadafi, los datos dicen que al país se le adjudicaba la esperanza de vida más alta de África continental con 77,65 años. También contaba con el PIB (nominal) per cápita más alto del continente africano. Además, Libia ocupaba el primer puesto en índice de desarrollo humano de África, y se le podía comparar en términos de PIB per cápita con países como Argentina o México.

Quizá Gadafi sabía demasiado (y tenía petróleo) y había que eliminarlo como fuera, y así se hizo, por orden y mando del imperialismo de los EEUU y sus lacayos. Y que conste que yo no defiendo al coronel Gadafi, pero me preocupa que se pueda torturar, asesinar y además grabarlo en video y que no pase absolutamente nada. ¿Qué país será el próximo a “democratizar”...?

Miguel Ángel Rincón Peña

19 oct 2011

YUE YUEM

Hace unos meses hablaba en esta columna de opinión sobre el humanismo, sobre la necesidad de creer y confiar en el ser humano. Pero a veces a uno se le van esas teorías por el retrete cuando se entera de ciertas noticias. En el titular del periódico de turno, se podía leer: “Una niña china, atropellada dos veces ante la indiferencia de los transeúntes”. Rápidamente se me encendió la luz de alarma y seguí leyendo la noticia, y en resumen, lo que sucedió fue que, Yue Yuem, una niña de dos años que caminaba sola por un mercado de China fue atropellada por una furgoneta. Minutos más tarde y sin que nadie la socorriese, otro vehículo pasa por encima del cuerpo malherido. La pequeña entró al hospital en coma, los médicos no creen que sobreviva debido a la gravedad de las heridas y al tiempo que tardó en ser atendida.
La conducta incívica e inhumana de los dieciocho personajes que pasaron al lado de Yue Yuem mientras ésta agonizaba en el suelo tendría que estar penada por la ley con severidad. Pienso que es una obligación ofrecer auxilio al que lo necesita.
Ahora mismo hay una gran polémica en China sobre este asunto, y es curioso leer los comentarios y opiniones de los ciudadanos chinos, un joven asegura que este caso es una vergüenza para China. Otro ciudadano, un poco más mayor dice añorar la época comunista de Mao Zedong y asegura que entonces eran más pobres pero había más justicia social y la gente vivía con dignidad e integridad, no como ahora.
En fin, creo que estas situaciones, puntualmente y en mayor o menor medida, pasan en todas partes, pero en China seguramente no sea la primera vez, ni mucho menos. Quizá en esta ocasión, al ser grabada la escena con una cámara de seguridad, haya tomado más importancia mediática y toda la sociedad haya puesto el grito en el cielo al ver el video.
Y yo me pregunto, ¿podría pasar esto mismo en España? ¿Podríamos pasar de largo ante una niña de un par de años recién atropellada? Quiero pensar que no, quiero pensar que correríamos a su auxilio, sin dudarlo. Con esto no quiero dar a entender que todos los chinos sean unos sinvergüenzas sin escrúpulos, estoy seguro que la mayoría de ellos serán personas civilizadas que hubieran prestado ayuda a la pequeña Yue, pero la mala suerte quiso que en su camino se cruzaran solamente unos pocos descerebrados que no deberían de llamarse humanos.

Miguel Ángel Rincón Peña



13 oct 2011

CRISIS Y DISCAPACIDAD

Cuando existe una crisis económica como la que azota a occidente, y concretamente a nuestro país, los que sufren las consecuencias, como se podrán imaginar, siempre son los sectores sociales más vulnerables. Porque sus señorías los políticos, los banqueros, los grandes empresarios, los terratenientes, etc., tienen todos sus necesidades y sus privilegios bien cubiertos. El problema viene cuando las personas que tenían un trabajo se quedan desempleados y pasa el tiempo y siguen en paro, se les termina la prestación y se dan cuenta de que el Banco, que tantas facilidades les ofreció a la hora de abrir una hipoteca, ahora les desahucia por falta de pago. Eso, amigos míos, es un drama que están sufriendo miles de personas, vecinos, familiares y amigos nuestros. Sin duda es una injusticia, pero esa injusticia se multiplica cuando los afectados son discapacitados.
Uno de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad son las personas con algún tipo de discapacidad. Muchas empresas han dejado de contratar a personas con discapacidad porque ya no les llegan las ayudas, imaginen la situación, doblemente afectadas por una crisis que han creado los de “arriba” y que sufren los de “abajo”.
Pero la cosa puede empeorar cuando hablamos de educación y discapacidad. De forma casi velada, las instituciones públicas están recortando subvenciones y becas al alumnado sin razón aparente. Es indignante que esos políticos que cobran sueldos astronómicos con sus pagas extras, sus coches oficiales y sus dietas, manden recortar ayudas a proyectos para la educación especial. Terapias que antes beneficiaban al alumnado con necesidades educativas específicas, ahora han sido eliminadas por falta de subvenciones económicas. Las diversas asociaciones y colectivos de discapacitados están lanzando la voz de alarma ante esta situación y piden que el peso de la crisis financiera actual no recaiga sobre las personas más vulnerables, en este caso, las discapacitadas.
Vivimos en un Sistema injusto que antepone el beneficio económico al bienestar de las personas, por lo tanto, tendríamos que plantearnos seriamente sustituir este Sistema indigno por otro donde las personas seamos personas y no mercancía o códigos de barra.

Miguel Ángel Rincón Peña.

5 oct 2011

VIVA LA DUQUESA

Una vez más, los andaluces, y por consiguiente, también todos los españoles, hemos vivido otro capítulo más de esta casposa y amarillenta España cañí.
En Sevilla se casó, por tercera vez, la Cayetana Fitz-James Stuart, o lo que es lo mismo: la Duquesa de Alba. A la boda asistió lo más granado de la “alta suciedad” y de la burguesía (toreros, diseñadores de moda, banqueros y demás facherío y personajes del buen vivir), lo que se viene llamando, un buen bodorrio.
Según los informativos, la calle estaba a tope de personal esperando ver a los novios o a los insignes invitados. Los medios de comunicación se han volcado con tan magno acontecimiento y han ofrecido una total cobertura sobre el enlace matrimonial.
Ahora mismo, mientras tecleo, estoy viendo en la televisión un reportaje sobre la boda. Los novios, jaleados por el gentío que les lanzaban piropos tales como: “guapos”, “viva la Duquesa”, “ole qué arte tiene la Duquesa”, etc., paseaban por la alfombra roja sonrientes como veinteañeros enamorados. La duquesa de Alba, de 85 años, se ha casado con un funcionario del Estado 24 años más joven que ella, tras cuatro años de noviazgo. Esta es la tercera boda de la Cayetana, que ha logrado superar la oposición inicial de sus seis hijos gracias al sosiego que supuso el reparto en vida de su ingente herencia.
Poco importa ahora que la Duquesa facha haya contratado de forma irregular a cerca de una veintena de trabajadores, algunos de ellos inmigrantes, en las fincas que posee en las provincias de Sevilla y de Córdoba. Tampoco importa mucho que las subvenciones que recibe de la Política Agraria Común (PAC) de la Unión Europea, estén siendo invertidas en urbanizar parte de sus 34.000 hectáreas de terreno rústico en vez de dedicarlas al campo y a la creación de empleo. Mucho menos importa que la tal Cayetana insultara reiteradamente a los jornaleros, incluso que los denunciara por acusarla de incumplir la ley laboral y de "beneficiarse" de ayudas europeas, y que por supuesto, la Duquesa ganó la demanda. Ya se sabe que la aristocracia tiene mucho poder en este país.
¡Ay! Con la que está cayendo y esta gente viviendo del cuento. En fin…

Miguel Ángel Rincón Peña

27 sept 2011

CAÑAMERO

El pasado sábado asistí en Bornos a la presentación del libro “Diego Cañamero Valle, el hombre con los píes en la tierra”. Un libro que contiene un interesante repaso sobre la vida y obra de este sindicalista natural de El Coronil (Sevilla).
Diego Cañamero, es actualmente el secretario general del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT). También fue alcalde de El Coronil durante diez años, cargo que abandonó para encargarse de la secretaría del SAT.

Conozco personalmente a Cañamero, hemos coincidido en varias ocasiones, la mayoría de ellas en manifestaciones, huelgas, concentraciones, etc. A mi opinión, este jornalero es un hombre consecuente con sus ideas e intenta ser, como buen líder, ejemplo para los trabajadores, y eso le ha llevado a tener más de un problema. Diego ya ni recuerda las veces que lo han detenido, ha pasado multitud de veces por los juzgados, incluso por la cárcel. A cualquiera que se le diga esto, pensará que estamos hablando de un delincuente, pero no es este el caso. Diego Cañamero ha sido juzgado y en ocasiones a pisado las cárceles del Estado por defender, de manera siempre pacífica, los derechos de los trabajadores en general y los jornaleros en particular.
Diego nació en una época muy difícil, en una familia humilde que sufrió la represión franquista en sus propias carnes. Una infancia marcada por la injusticia y por el duro trabajo de Sol a Sol. Pronto conocería también la represión de las “fuerzas del orden”. Represión que sigue sufriendo él y todo el sindicalismo de clase. Y es que está claro que para el Capital, todo aquel que se rebele contra las injusticias generadas por los poderosos (caciques, terratenientes, banqueros, políticos, etc.) es ilegal y por lo tanto tiene que ser represaliado, juzgado, multado y si se da el caso, encarcelado.

Cañamero es una de esas personas que con sólo verle te da fuerzas para seguir adelante en la lucha, un líder sindical de los que ya no quedan que para demostrar sus verdades no le importa jugarse el tipo.
Si a usted, estimado/a lector/a, le interesan las personas como Diego Cañamero, le recomiendo este libro coordinado por el compañero Joaquín Recio y editado por la editorial andaluza Atrapasueños.

Miguel Ángel Rincón Peña

21 sept 2011

CENTRO COMERCIAL

Ayer estuve en un famoso centro comercial. No soy muy dado a ir a esos sitios si no tengo una buena razón para ello. Me agobian las aglomeraciones de personas, seguro que desde las cámaras de seguridad se nos ve allí dentro como hormigas, en fila de un lado para el otro sin parar de mirar escaparates.
Pues eso, que me decidí a ir porque tenía que comprar un ordenador portátil nuevo, y como en los centros comerciales lo mismo te venden chorizos, condones, vino tinto ú ordenadores, pues allá que fui.
Mientras que esperaba mi turno me fije en el agente de seguridad que, muy atento, vigilaba un monitor de televisión, se le veía que lo tenía todo bajo control. Es curioso la de gente que con la crisis se ha metido a trabajar de seguridad privada. Luego también eché un vistazo a las cajeras (casi todas féminas), pasaban los productos por el sensor de la caja y cobraban a los clientes, en sus caras se podía ver que la monotonía las devoraba por dentro. Es dura la vida de cajera, tienen que tener una paciencia a prueba de bombas. Pero allí estaban ellas, con una medio sonrisa en sus labios mientras pensaban en qué número del cupón saldría anoche.
Al fin llegó mi turno, un joven vendedor de unos treinta y pico años (es curioso pero parece que en esos sitios las personas que superen los cuarenta no son válidas para trabajar), muy repeinado y con una dentadura perfecta, me informó sobre el tema de los ordenadores, que si éste tiene HDMI, que si el otro tiene Intel inside, y así pasó un rato hablándome en un idioma extraño el cual me aburría bastante. Al final me dejé aconsejar por el vendedor.
Con mi flamante portátil bajo el brazo me dirigí a pagar, y otra vez a la cola, otra vez a esperar. Luego que si firma la garantía, que si déme su DNI, la tarjeta del banco, etc. Ni que estuviera sacando una hipoteca, oiga. Por fin logré salí de aquel lugar y dejar la marabunta consumista a mi espalda. Afuera era ya de noche, las farolas encendidas y un vientecillo frío que me hacía volver a la realidad y sentirme mejor. Conozco gente que van a los centros comerciales a pasear, mirar, entretenerse y pasar el tiempo. Y es que, como bien dijo Belmonte: “Hay gente pa´tó”.

Miguel Ángel Rincón Peña

14 sept 2011

METAPOESÍA

De un tiempo a esta parte, hemos hablado mucho, en tertulias, reuniones y en conversaciones con compañeros y amigos, sobre si ha de ser veraz la Poesía. Cuestión que suele interesar mucho, pues es algo que preguntan con bastante asiduidad los lectores en dichas tertulias.
Ayer mismo leía una poesía (o una metapoesía, para ser más exacto) de Ricardo Fernández Esteban, en la cual hacía referencia a este tema. La mayoría de la gente cree que los poemas son como una autobiografía del poeta, que todo lo que éste pone en negro sobre blanco es cierto, experiencias reales como la vida misma. Pero el poeta también puede ponerse su disfraz y vivir otras vidas con la imaginación, inventarse otros mundos, otros amores, otras amantes.
Es cierto que escribir un poema es un ejercicio muy íntimo, pues casi siempre se trabaja con los sentimientos propios, pero otras veces, el poeta deja volar su imaginación. Luego, el lector juzgará y hará suyo esos sentimientos y esas líricas ensoñaciones.

Hablar de Poesía es siempre complicado, al hacerlo, entramos en terrenos pantanosos donde podemos correr el riesgo de pisar arenas movedizas o enredarnos en alguna liana suelta. Y es que la Poesía escapa a todo tipo de ataduras, ahí está Charles Bukowski para aseverarlo. Sesudas mentes intentaron e intentan aún explicar qué es y cómo hacer Poesía, y buscan en las musas y en el parnaso todas las respuestas. Pero la Poesía puede estar en los sitios más insospechados y en las cosas más mínimas. Se me viene a la cabeza ahora un verso del gran Roger Wolfe que dice, “toda esa poesía, que nunca cabe en un poema”. Esa poesía es la que el poeta tiene que buscar y trasladar al lector, porque la Poesía, al fin y al cabo, no es de quien la escribe, sino de quien la necesita. Y como conclusión, os copio el poema de Ricardo Fernández, que me llevó a escribir la columna de esta semana:

¿HA DE SER VERAZ LA POESÍA?

Impúdicos pedís ver desnudo al poeta
pensando, erróneamente, que sus mil cicatrices
son marcas de la vida que cuenta en sus poemas.
Exigís que se exhiba como fiera de circo,
que sus versos destilen todos sus sentimientos.
Aplaudís cuando grita, cuando llora o suspira,
y decís “¡qué poeta!” porque os hacen sufrir
sus amores prohibidos, sus desgracias sin fin.

Detrás del maquillaje el poeta sonríe,
no importa que use máscara, que todo sea un disfraz,
consiguió su propósito que era haceros vibrar.
Eso es la poesía, desengáñate amigo,
y la veracidad algo poco importante;
nos basta para el juego que suene a verosímil,
que esté escrita con garra y nos haga volar.

¿O es que existió ese amor, que glosaron los clásicos,
por Laura, por Beatriz, por Giulietta o por Litsi?
Probablemente no, mas perduran sus versos,
y en lo alto del Parnaso los bardos son felices:
Petrarca, Dante, Shakespeare, Quevedo y muchos más
cortejan a sus musas que se dejan querer;
aquí ya no hay engaño, “todos están al loro”,
aquí todos disfrutan creando poesía
y nadie se cuestiona si dicen la verdad.

Ricardo Fernández Esteban ©


Miguel Ángel Rincón Peña

7 sept 2011

LA CONSTITUCIÓN

Más de treinta años han estado diciéndonos que la reforma de la Constitución española era poco más que un dogma, que era mejor no tocarla por el bien de la estabilidad nacional, que habría que hacer un referéndum para ello y que tampoco había motivo. Los españolitos, como siempre, agacharon la cabeza y asintieron. Se creyeron a pies juntillas que aquella Constitución de 1978 era a lo mejorcito que podríamos aspirar, por lo tanto, tenían razón los políticos, no había que tocarla ni una coma. Había sectores sociales y políticos, que aunque minoritariamente, pedía una Constitución adaptada a nuestros tiempos, que era necesaria una revisión de la norma suprema. Pero nada de nada. Pues bien, nos encontramos ahora, en 2011 con que el bipartidismo patrio (PP-PSOE) se ponen de acuerdo para reformar la Constitución por orden de los Mercados.
Es algo que ya deberíamos saber, el Gobierno y la oposición del PP sobreponen los intereses del Capital a los del Pueblo. Eso, a mi manera de ver, es una auténtica indecencia. Además, reforman la Carta Magna en el Congreso, entre ellos, negándole el derecho a decir a los ciudadanos mediante referéndum.
La Constitución fue ratificada en referéndum el 6 de diciembre de 1978 por el Pueblo español, lo lógico sería que para su reforma también consultaran al Pueblo, pero la lógica no interesa aplicarla en estos tiempos rastreros.
Dentro de poco, con toda la cara dura que les caracteriza, el bipartidismo español nos pedirá nuestro voto para las elecciones generales del 20 de noviembre. Rubalcaba y Rajoy saldrán hasta en las sopas de la olla para volver a prometer y engañar, y una mayoría del Pueblo, agachará la cabeza, asentirá y echará el sobrecito con la papeleta de la gaviota o el puño y la rosa en la urna electoral.
Y todo seguirá igual, los políticos de siempre seguirán ocupando las poltronas de siempre, los dos partidos de siempre seguirán manejando a su antojo el poder que les ofrece el Pueblo y los partidos minoritarios (minoritarios, entre otras cosas, a causa de una ley electoral injusta) seguirán pataleando porque sus voces se escuchen.

En fin, ya ven ustedes, esta es la democracia en la que vivimos en este Estado, y yo pienso que una democracia al servicio de los Mercados no es democracia, es otra cosa muy diferente.

Miguel Ángel Rincón Peña

31 ago 2011

INDÍGENAS

A continuación, les expongo una carta ficticia escrita por un indígena de la amazonía. El texto, aunque ficticio, denuncia una situación muy real que la civilización occidental está llevando a cabo, en nombre del progreso, contra los últimos pueblos indígenas:

“Sé que lo que pido es casi imposible y una auténtica utopía para ustedes, pero también sé que lo imposible se hace posible a este lado del gran río.
En este lado los árboles nos protegen, nos dan alojamiento en sus robustas ramas, y en las oscuras cuevas dormimos como un lirón. La tierra nos da todo lo que necesito para alimentarnos y este caudaloso río sacia nuestra sed.
Aquí no ha llegado aún vuestra civilización, en esta tierra todos vivimos en hermandad.
En mi tribu tenemos unas reglas de convivencia que todos respetamos, desde niños la educación nos va haciendo hombres y mujeres curtidos, aprendemos a cazar, a interpretar las estrellas, a pescar, a nadar, a vivir y a morir.
Yo soy el chamán de mi pueblo, mis antepasados también lo fueron, generación tras generación hemos ido aprendiendo cómo curar, cómo sanar con yerbas medicinales, cómo interpretar los sueños, cómo separar el espíritu del cuerpo y entrar en contacto con otros entes.
Mi pueblo no tiene dioses, sólo creemos en el padre Sol, la madre Tierra y la hermana Luna. Todos los animales son nuestros hermanos y todos nuestros bienes son de la comunidad, nadie tiene más ni nadie tiene menos. ¿Puede su avanzada civilización decir lo mismo?
A mi Pueblo le gustaría que este estilo de vida siguiera adelante por mucho tiempo, no queremos que nuestra tierra sirva de especulación para sus gobiernos, ni de filón para sus multinacionales. Y no nos vengan diciendo que el progreso es imparable, para mi pueblo vuestro progreso es nuestra destrucción y una fuente segura de corrupción.
Queremos que nuestros hijos nazcan y crezcan en libertad y en concordancia con la naturaleza. No ambicionamos otra cosa que la de seguir siendo un pueblo unido, pacífico y sano. Sabemos que no es imposible.”

Miguel Ángel Rincón Peña



25 ago 2011

DIVAGACIONES A LA ORILLA DEL RÍO

Aún se puede observar el mágico arco iris entre las nubes blancas del cielo. El tic-tac del reloj inunda el silencio de este salón donde escribo ahora.
Desidioso, salgo al camino de tierra que lleva al río y empiezo a caminar sin rumbo definido. La tarde encierra en sus escondrijos miles de enigmas imposibles de resolver.
Al llegar a la orilla del río, puedo comprender que éste es igual que nuestra cíclica vida, su nacimiento, sus habitantes, su cauce… y me siento junto al transparente río a pensar, a buscar respuestas, a divagar, pues todo lo que queremos saber está sin duda alguna en la naturaleza.
El vientecillo de la libertad trae a mi mente recuerdos de otras tardes, de otras tierras. Empiezo a entender el idioma de las cosas y a ver con otros ojos el mundo que me rodea.
Me gustaría que vinieras a conocer todo lo que conozco yo, a caminar conmigo hasta el río, y quedarnos hasta que mengüe la tarde.

Y tras el largo día, tras el amor, tras las dudas y las certezas, sin remedio llega la profunda noche llevando su negra estampa hasta los lugares más remotos de nuestro corazón.
Su olor es inconfundible, su belleza incuestionable, su sonido vacío se clava en los oídos y su profundidad hace cerrar nuestros ojos. Así es esta noche aranera que nos embauca y seduce.
En los tejados de la inexperiencia maúllan los gatos de la incomprensión y en callejones sin salida ladran los perros a la luna y a su noche.
Y los escritores empiezan a escribir mientras los suicidas anudan su soga. Y los pintores dibujan a su musa en esta profunda y esquelética noche.
La noche es utópica y descabellada, como los hombres que la habitan. La noche es continente de infiernos, de moteles siniestros, de ases y copas.
En noches como esta, cuesta amanecer, las estrellas están tan cerca de nuestros ojos, de nuestras bocas, de nuestra piel… pero amanecerá y todo se esfumará con ella.

Miguel Ángel Rincón Peña



18 ago 2011

RATZINGER ZETA

España se paraliza. Los medios de comunicación nos quieren contagiar de la alegría y el gozo para el alma que supone la visita del obispo de Roma, vicario de Cristo, sucesor de Pedro, siervo de los siervos de Dios, Santo Padre y Sumo Pontífice vaticano.
Yo, que soy un escéptico ateo, de esos que el Rouco Varela, mandaría sin dudarlo a la hoguera, pienso que el representante de Dios en la tierra y toda la jerarquía eclesiástica, llevan siglos equivocados. Y ustedes se preguntarán que quién soy yo para afirmar eso. Pues poca cosa, un juntaletras si acaso, pero me doy cuenta de la gran hipocresía vaticana. En la Biblia uno se imagina a Jesucristo como un hombre esencialmente bueno, un pacifista, una persona que lucha por la justicia social y por la libertad, que no dudó en entregar su vida en defensa de sus ideales.
¿Creen ustedes que el Papa Ratzinger y sus obispos son dignos representantes de aquel hombre? ¿Piensan ustedes que la Iglesia católica, a lo largo de su historia, actuó dignamente para llevar la palabra de Jesucristo a la humanidad? Mi opinión es tajante, allá cada cual con la suya. Una Iglesia que sólo ha buscado el poder a toda costa, que no se le cayeron los anillos en pactar con el franquismo y en sacar bajo palio a un dictador asesino, una Iglesia a la que no le tiembla el pulso en acusar a los homosexuales de enfermos mentales, etc., por no mencionar todas las barbaridades sanguinarias que hizo, por ejemplo, en la Edad Media a manos de la Inquisición (el término Inquisición hace referencia a varias instituciones, dependientes de la Iglesia Católica, dedicadas a la supresión de “la herejía”), cómo se puede llevar la palabra y las enseñanzas de un filósofo como Jesucristo, que predicaba el amor, la hermandad y la paz a base de guerras santas, de torturas y muerte.
No sería justo obviar que también hay una parte buena, que son los misioneros y los cristianos de base que luchan para cambiar la Iglesia desde dentro.
Así que, volviendo a la visita papal, yo no espero al Ratzinger (militante en 1939 de las juventudes hitlerianas). En vez de venir a Madrid los del JMJ, ya podrían viajar a Somalia, allí hacen más falta, y que prediquen así con el ejemplo y no con la teoría.

Miguel Ángel Rincón Peña



10 ago 2011

CIGARRILLOS BIRIS

Queridos lectores, hoy les escribo este artículo desde los Caños de Meca. Harto como estaba ya de tanto ruido, dejé la sierra y me vine al mar, a caminar por la arena, a buscar calas perdidas, a observar el océano y al encuentro de la paz interior que tanto buscamos a diario.
Los Caños es un buen lugar para perderse, para dejar la mente en blanco mirando el horizonte.
Esta mañana fui a dar un paseo por el pueblecito, el cual está lleno de mercadillos regentados por personas con una clara tendencia hippie. Siempre me han entusiasmado los mercadillos de ese tipo (bueno, a mi pareja mucho más que a mi), y entre pulseras, pendientes, tobilleras y un sinfín de productos de cuero artesanales, me encontré con unos curiosos paquetitos. Yo, que también soy muy curioso, le pregunté a la chica del puesto sobre aquellos paquetitos. La muchacha, descalza, con una falda con un gran elefante dibujado y una camiseta de tirantas con el símbolo de la paz, me explicó que esos paquetitos contenían cigarrillos de la India llamados Biris. Yo no soy fumador, no me gusta el tabaco, pero me compré estos cigarrillos por probar su sabor (y porque a veces compro cosas inútiles sin ninguna razón aparente). Cuando llegué al apartamento donde estamos alojados mi compañera y yo, encendí el ordenador y busqué en Internet los cigarrillos indios biris, ya saben, por curiosidad, y lo que leí, después de mucho buscar, no me gustó. Uno de los muchos titulares que pude leer fue el siguiente: “Cientos de miles de niños trabajan en la industria invisible del tabaco indio biri. En lugar de dibujar o escribir, los diminutos dedos de cientos de miles de niños lían a diario los cigarrillos más populares en la India, una actividad opaca que perjudica su salud y les niega el derecho a la educación“. Uno se indigna y con razón, pero las multinacionales occidentales también explotan a niños en el tercer mundo y aquí nadie dice ni pío y seguimos consumiendo sus productos como si nada. Lo que sí me gustaría decirle a la chica de la camiseta de la paz, es que se entere mejor de lo que vende en su puesto del mercado, de nada valen las camisetitas con logos pacifistas si después se hace negocio con el sufrimiento de otros, en este caso, de niños indios.

Miguel Ángel Rincón Peña


4 ago 2011

OPINIÓN

Son ya más de cien los artículos de opinión escritos para esta columna del Arcos Información. Una relación epistolar entre ustedes, los lectores, y este humilde articulista que dura ya varios años. En este tiempo, he podido escribir sobre los asuntos que más me han interesado o llamado la atención: política, cultura, crisis económica, historias de la calle, etc.

Hay quién me ha preguntado por qué mi columna de opinión se llama La Lanzadera, según el diccionario de la Real Academia Española, una lanzadera puede ser el vehículo capaz de transportar un objeto al espacio y situarlo en él, yo quise usarlo como metáfora y hacer de esta columna un vehículo que transporte mis epístolas a vuestras manos y a vuestra mente.
Otros lectores se preguntarán de dónde saco tantos temas para opinar sobre ellos, y la verdad es que cuando se llevan escritos más un centenar de artículos para un mismo periódico, se hace complicado, pero siempre hay temas de actualidad, o alguna historia a la que se le pueda sacar punta con un poco de ingenio. Y es que no hace falta leer la prensa nacional o ver los informativos de la televisión, sino hablar con los ancianos, con los trabajadores, con los amigos, etc., para escribir un buen artículo de opinión hay que vivir, pasear, observar, sentir. Se puede escribir de cualquier cosa, hasta de los higos chumbos, como hizo la semana pasada nuestro gran Pedro Sevilla. El artículo de opinión está considerado como un género lírico, por lo tanto, los poetas suelen manejarse bastante bien dentro de dicho género.

Hace años, un familiar muy cercano a mí, compraba el periódico en el kiosco, se iba al parque y se sentaba en un banco, acto seguido abría el periódico, se leía todas las columnas de opinión, se levantaba y se dirigía hacia la papelera más cercana para tirar el periódico. Compraba el diario para leer solamente los artículos de opinión, incluso recortaba algunos que creía interesantes. Yo, que entonces era un niño, me preguntaba por qué mi tío compraba el periódico, pasaba un par de páginas y lo tiraba a la basura. Con los años lo comprendí.

Miguel Ángel Rincón Peña

27 jul 2011

LA RELATIVIDAD

Hay quien asegura que el ser humano tiene, intrínsecamente, la maldad por naturaleza, también hay quien opina todo lo contrario, que la naturaleza del ser humano es la bondad. Si hablamos del tema con algún religioso, llámese católico apostólico y romano o musulmán, nos dirá que somos buenos por obra y gracia de Dios, y que esos momentos de maldad son debidos a la insistente influencia del demonio.

Ya Martin Heidegger, Jean-Paul Sartre y José Ortega y Gasset, entre otros muchos, investigaron y escribieron sobre la condición humana. Las diferentes culturas han tratado estos asuntos de diversas maneras. Las religiones y filosofías, a lo largo de la historia se han batido el cobre entre sí para demostrar sus verdades. Pero la verdad puede ser muy relativa en estos casos.

¿Era Adolf Hitler una persona bondadosa o era la mismísima encarnación del mal? Pues oiga usted, según, porque mientras que para los judíos, comunistas, gitanos, homosexuales y un largo etcétera., era un auténtico asesino y un hijo de la grandísima puta, para sus allegados y los de su misma calaña seguramente sería una bellísima persona. Pero si lo juzgamos objetivamente frente a la Historia, sabemos que era un personaje malvado y criminal.
Podemos poner otro ejemplo antagónico: ¿Era el Che Guevara un ser bueno o malo? Para los imperialistas, los fascistas, los poderosos, etc., el Che representaba el mal, pero para los desfavorecidos, para los sin tierra, para los revolucionarios, Guevara significaba una esperanza, poco menos que un Jesucristo contemporáneo. Si lo juzgamos con la Historia en la mano, veremos que fue un hombre con fuertes convicciones humanistas, por lo tanto un hombre bueno.
Y aunque Ramón de Campoamor sentenciara: “Y es que en el mundo traidor nada es verdad ni es mentira; todo es según el color del cristal con que se mira”, yo creo que existen muchos puntos de vista, pero si somos objetivos (y eso es muy complicado), daremos con la respuesta más acertada.

¿Es el ser humano malo o bueno por naturaleza? Y yo qué sé…

Miguel Ángel Rincón Peña


23 jul 2011

TRIÁNGULO DE LA MUERTE

La Organización de las Naciones Unidas, más conocida como la ONU (la cual, últimamente sirve para bastante poco, todo sea dicho), acaba de declarar el estado de hambruna en Somalia. Alrededor de tres millones de somalíes son víctimas del hambre.
Dicha emergencia es fruto de varias circunstancias. Por un lado, la peor sequía que ha golpeado el país en los últimos 60 años, por otro, el largo conflicto armado que vienen soportando y por último, el abandono que sufren por parte de Occidente.

Mientras que nosotros nos quejamos de nuestra crisis, del paro y de otros muchos problemas, en África uno de cada tres niños está muriendo de hambre. Mientras que en nuestro país, los banqueros usureros se quejan de que están ganando menos de lo que ganaban antes, en Somalia se viene registrando una de las tasas de malnutrición más altas del mundo.
Pero los problemas alimentarios no sólo afectan a Somalia, también a sus países vecinos, como Kenia, Uganda, Etiopía y Djibouti. Al menos 50.000 niños están expuestos al peligro de muerte en la zona conocida como el Cuerno de África por la hambruna.
Como a los medios de comunicación occidentales les gusta tanto eso de poner nombres y titulares vistosos, ya han bautizado a dicha región con el triste apodo de triangulo de la muerte.

Tendríamos que examinar nuestra conciencia ante todas estas catástrofes que ocurren a diario en nuestro planeta. Y ya no vale la manida excusa del “pero yo qué puedo hacer”, sin duda, hay muchas cosas que se pueden realizar, recolectas, voluntariado, ejercer presión sobre las autoridades “competentes“, campañas informativas, etc. Cualquier cosa menos quedarnos sentados viendo por la tele como a los somalíes se los comen las moscas y mueren de hambre. Que sí, que nosotros también lo estamos pasando mal, pero en el bolsillo no nos falta el tabaco, la cervecita en el bar, o el eurito para el periódico. Que cada cual aporte según sus posibilidades, pero algo habrá que hacer para remediar estas injusticias, y ya que los Estados no lo hacen, los Pueblos deben de dar ejemplo.

Miguel Ángel Rincón Peña


14 jul 2011

LA INDIGNACIÓN

Hace ya varias semanas que no escribo sobre política, pues hacerlo, me produce un malestar generalizado y un cabreo bastante importante y no es bueno para mi Crohn. Pero quiero dar alguna pincelada al panorama político actual.

Ahora que ya han tomado posesión de sus respectivos cargos y tienen acomodadas sus posaderas, los políticos se dedican ya, sin más espera, a ponerse el sueldo que ellos creen que se merecen. Mientras por un lado prometen austeridad en tiempos de crisis y hacen recortes, por otro se adjudican sueldos demasiado elevados.
Quiero dejar claro que estoy de acuerdo en que un alcalde o teniente de alcalde ocupan un puesto de gran responsabilidad, por ello, tienen que tener un sueldo adecuado, pero también hay que recordarles que ellos se deben al pueblo, y que es ese mismo pueblo el que les paga el sueldo. El pueblo sigue en crisis, pasándolo verdaderamente mal, por lo que los políticos tendrían que tener la vergüenza de asignarse un sueldo acorde con la situación actual. Un alcalde tiene que dar ejemplo al pueblo, pues para eso lo representa. Luego llegarán las promesas incumplidas, los decretazos y mil cosas más. “No nos quea ná…”

Como ya comenté en otras ocasiones, la política debe ser una devoción, nunca una profesión. La política tiene que ser transparente en todas sus facetas, y no oscurantista. De no ser así, luego salen los casos Filesa, Malaya, Gürtel y nos crecen los enanos. La clase política española lleva encima la losa de los engaños, trapicheos, enchufados, favoritismos, traiciones y muchas veces con toda la razón, pues se lo han ganado a pulso. Es normal que la gente se indigne, lo que no es tan normal es que hayamos tenido que esperar más de treinta años para que los jóvenes salgan a la calle a mostrar su indignación y a pedir democracia verdadera de una vez por todas.
Los políticos, que de alguna manera le están viendo las orejas al lobo, salen ahora mostrando su cara más simpática y dispuestos a realizar algunas pequeñas reformas para acallar al movimiento de los indignados. De todas formas, parece que la moda de los indignados se va desinflando (como todas las modas) y todo vuelve a la calma. Cambiarlo todo para dejarlo todo igual, en este país ya estamos acostumbrados a eso.

Miguel Ángel Rincón Peña

6 jul 2011

LOS ABUELOS

Todas las tardes, cuando el calor deja de apretar y las calles se hacen habitables, veo pasar desde mi ventana a un abuelo con su nieto. Él es un hombre robusto, de unos setenta años. Se apoya en un viejo bastón (que más que bastón, es una vara de acebuche) para caminar, mientras muerde un palillo de dientes. El nieto, un pequeño de cinco años va a su lado. A veces escucho el murmullo, el abuelo le habla de los animales que cuidaba cuando era joven, de la vida en el campo, de la huerta. El pequeño hace como que le escucha, pero en realidad su mente está ocupada en encontrar alguna piedrecita que patear, al estilo Messi.
Todos, alguna vez, hemos cometido el grave error de no escuchar a nuestros mayores, de no atender a sus historias. Seguramente, cuando crezca ese pequeño que pasa por mi ventana cada día, se dará cuenta de que era infinitamente más importante las historias que le contaba su abuelo que el buscar piedrecitas e imaginarse Messi.
Si pudiera, le diría a ese mocoso que ni él ni su abuelo son inmortales, que la vida es un tahúr que nos engaña continuamente y que no hay Dios en el cielo que nos pueda ayudar (por mucho que se empeñe el cura del pueblo), pero seguramente no me entendería.

Cuántas veces habrán callado al abuelo en casa porque es más interesante lo que sale en la tele que lo que intenta decir el bueno del abuelo. Cuánto mal ha ejercido la televisión a la comunicación familiar. Familias enteras frente al televisor como zombis.
Luego, con el tiempo el abuelo, como todos los abuelos, se despide del mundo y los que nos quedamos nos lamentamos, entonces, de no haber pasado más tiempo con él, de no haberle prestado más atención, de no haber escuchado unas historias que, por mucho que queramos ya no volverán.
Ojalá, algún pequeño lea esto (o se lo lean sus padres) y se dé cuenta de la importancia que es tener unos abuelos o unos padres a los que poder escuchar y conversar tranquilamente, sin prisas, sin televisiones de por medio (ya habrá tiempo de ver alcahueteos, novelas y noticieros). Las personas mayores son como un tesoro lleno de sabiduría, y como tal hay que tratarlos.

Miguel Ángel Rincón Peña

29 jun 2011

AMÉN

Hablar de la Iglesia católica y atreverse a criticarla es poco más o menos que un sacrilegio, sobre todo en este país de misa (casi) diaria, de Semana Santa, de Rocío, etc. Sabían ustedes que el Estado (supuestamente aconfesional) subvenciona a la Iglesia con más de 5.000 millones de euros al año, que se dice pronto. Es una contradicción, cuando pedimos que el Gobierno no subvencione a los sindicatos, pues estos se tendrían que autofinanciar con la cuota de sus muchos afiliados, también deberíamos pedir lo mismo con relación a la Iglesia. Criticamos los privilegios de los políticos pero no los de los obispos.

Dentro de poco viajará el Papa a España y el Estado español pagará la mitad de los gastos. Será un encuentro eminentemente religioso y no será una visita de un jefe de Estado, sino del líder de una religión que costará alrededor de 50 millones de euros. Una auténtica vergüenza.
No contento con todo lo que sacan del Estado (o sea, de nosotros los contribuyentes), los obispos se permiten hacer campañas, incluso pedir la desobediencia para algunas leyes, como por ejemplo la de la Muerte Digna. Los obispos españoles, retrógrados por excelencia, se creen con derecho a intrometerse en las decisiones de un Pueblo soberano. Ahí están sus protestas sobre los derechos de los gays y lesbianas, sobre la investigación con células madres, el uso del preservativo y un largísimo etcétera. Algunos creen que aún vivimos en el Nacional-catolicismo.
Si no fuera por los misioneros y misioneras que recorren el planeta ofreciendo su solidaridad para con los más necesitados y por esa Iglesia de base que ayuda al prójimo, me atrevería a decir que son todos igual de sinvergüenzas. Esas personas que se juegan la vida día a día, son las que le lavan la cara a la jerarquía de la Iglesia católica, a esos obispos, cardenales y Papa que viven tan desahogadamente.

He mantenido algunas conversaciones con varios curas últimamente, y siempre se agarran a los mismo, al dogma de fe, y ante eso, amigos, no hay nada que hacer. Cuando el fanatismo y lo sobrenatural se cruzan en el camino de la razón, se hace imposible la conversación, porque se pierde la lógica y la objetividad. Amén.

Miguel Ángel Rincón Peña

20 jun 2011

ENTREVISTA A MIGUEL ÁNGEL RINCÓN

Por Alejandro Pérez Guillén.

1.- ¿De qué raíces bebe Miguel Ángel Rincón para sentir ese amor incondicional hacia la música y la poesía?

R: Mis raíces, fundamentalmente, vienen dadas por varías vertientes. Por un lado, en poesía, me marcó mucho el grupo poético del 50, Gil de Biedma, Ángel González, etc. Ahora estoy explorando nuevos caminos de la mano de Roger Wolfe o Karmelo C. Iribarren, por ejemplo. En el tema de la música, The Beatles me abrieron los ojos, musicalmente hablando, y luego los cantautores, Aute, Serrat, Ibañez, etc.

2.- A mí me interesa mucho la infancia no como paraíso perdido, sino como espacio donde empieza a crearse al hombre que nos habita. ¿Qué nos puede decir del poeta?

R: Todos volvemos a la infancia, al recuerdo. Aquel tiempo en que nos creíamos inmortales y, de alguna manera, lo éramos. En mi poesía visito mucho mi infancia. Es un refugio al que el poeta siempre recurre.

3.- ¿Qué autores has leído en el pasado y no desearías leer más? ¿Cuántos autores han pasado el mal trago de la primera lectura y se han convertido en el libro de cabecera de relecturas continuadas?

R: Pues son varios los que no desearía leer más, pero vamos a obviar sus nombres. En cuanto a mis libros de cabecera, 1984 casi me pudo en la primera lectura, pero es sin duda un imprescindible, algo parecido me pasó con Luces de Bohemia, de Valle Inclán o con La Metamorfosis de Kafka.

4.- ¿Sigues algún ritual a la hora de escribir? Descríbenos alguna de tus manías

R: No sé si llamarle ritual, quizá la definición sea manía, como tú bien dices. Tengo varías, según el momento. Una de ellas es la soledad, la mejor compañera para escribir tranquilamente. También escuchar música (clásica, instrumental, en inglés, etc.).

5.- ¿Piensas que la poesía es un fin en sí misma o puede servir para otros fines?

R: Creo que la poesía es un fin que sirve, en momentos concretos, para otros fines. La poesía puede estar tanto al servicio del amor, de la revolución, del ecologismo, etc.

6.- Eres una persona con fuertes convicciones políticas, ¿crees que esas ideas deben llegar al cauce de la poesía como en algunos poemas de Alberti?

R: Al cauce de la poesía debe llegar la vida, y la política forma parte de nuestra vida. Por lo tanto, Miguel Hernández, Rafael Alberti, Roque Dalton y tantos otros poetas comprometidos con la política, no podían estar equivocados.

7.- ¿Qué has aprendido por ti mismo y qué te han enseñado otros escritores?

R: Por mí mismo he aprendido a explorar, el poeta debe ser un explorador en busca del tesoro que ofrece la poesía. He aprendido a distinguir el grano de la paja.
Lo que me han enseñado otros escritores es mucho, me han enseñado los diferentes caminos de la poesía. Varios poetas amigos, como por ejemplo Pedro Sevilla, me aconsejaron cuando yo empezaba que para ser poeta hay que leer mucha poesía. Ahora, transcurridos muchos años, les agradezco el consejo, pues tenían toda la razón.

8.- ¿Qué supone para un escritor novel que salga a la luz su primer libro? ¿Qué significó la aparición de La Tormenta en el año 2003?

R: El primer libro es el kilómetro cero, el comienzo de una gran aventura. El parto de mi primer libro La Tormenta, fue difícil y doloroso. Ese libro recogía mis primeros versos, desde 1996 hasta el 2003. Recuerdo que, por circunstancias de la vida, la última etapa de creación de aquel libro fue muy oscura, poemas que hablaban de muerte, soledad, sufrimiento, dudas existenciales, etc. En definitiva, versos adolescentes acompañados por los dibujos del gran pintor José Hinojo. El poeta y amigo, Francisco Pozo Poley fue el prologuista (y consejero) en La Tormenta.

9.- ¿Te arrepientes de algo que hayas escrito?

R: Quizá en la manera de enfocar algunos poemas de mi primer libro y en su estructura. Tuve la oportunidad, antes de la edición, de revisarlos y corregirlos, pero pensé que si lo hacía perderían la esencia primigenia y la frescura con la que los escribí, así que los dejé tal cual.

10.- En el año 2006 entra en escena Elucubraciones de un superviviente, ¿Cuáles son para ti las líneas maestras de este poemario?

R: Elucubraciones de un superviviente fue un paso adelante. Supuso la certeza que necesitaba para demostrarme a mi mismo que podía seguir en el camino de la poesía. La sinceridad y la búsqueda de un estilo propio marcaron aquellos poemas. El escritor Juan José Téllez tuvo a bien escribir el prólogo y regalarme algunos buenos consejos, cosa que le agradezco.

11.- ¿Qué opinión te merecen los premios y concursos literarios?

R: No creo ni en los premios ni en los concursos literarios. No escribo para concursar ni para que un jurado decida fallar a mi favor un premio.
Yo sangro gota a gota cada verso que escribo y el único reconocimiento que me llega al alma es que la gente me lea. El verdadero premio es que un lector se acerque para felicitarme por mis poemas. Lo demás son cuentos chinos. Por cierto, “los pucherazos” en los concursos están a la orden del día, pero bueno, esa es otra historia.

12.- Has participado en algún que otro taller de escritura, ¿piensas que de esa forma se puede llegar a la poesía y aprender a sentirla de manera más objetiva?

R: Por supuesto, es fundamental acercar la cultura al pueblo, y una buena manera de hacerlo es, por ejemplo, con los talleres de escritura. Mi experiencia en ese sentido ha sido siempre muy positiva.

13.- Cada libro es un mundo nuevo, ¿cuál es el paraíso que se esboza en Espacios compartidos?

R: El principal argumento de Espacios compartidos es el Amor, con mayúsculas. Todos los demás temas giran alrededor del amor. A mi parecer, es mi libro más completo, pues tanto el contenido como el continente me gusta. Es una colección de poemas más elaborados que los dos anteriores y los grandes temas de la poesía están muy vigentes. Cada poesía está ilustrada a la perfección por un dibujo del gran Juan Kalvellido, además de la portada y contraportada. Con este libro empecé a moverme geográficamente para presentarlo. Recuerdo la presentación en el Ateneo de Madrid. Una gran experiencia.

14.- ¿Qué le dirías a aquellos que nunca han posado sus ojos en la poesía?

R: Le diría que leer poesía es entrar en un mundo nuevo de sensaciones y sentimientos. La poesía hace que seamos mejores personas. Es como una terapia necesaria en estos tiempos difíciles, un bálsamo para sobrevivir.

15.- ¿Por qué la cultura está tan denostada y la gente apenas lee?

R: Porque vivimos en una sociedad capitalista que ve a la gente como porcentajes y usuarios y no como personas. La cultura hace libre a las personas, porque hace que piensen, y eso no le interesa al Poder.

16.- De los autores que conoces personalmente, ¿cuáles te han llamado la atención? ¿Cuáles te han sorprendido?

R: Conozco muchos autores y todos me han llamado la atención. Le tengo un especial cariño a Pedro Sevilla, porque además de gran poeta, es una buena persona. También Juan José Téllez me ha llamado mucho la atención, es un tipo curioso este Téllez. Alberto Pérez es de mis autores favoritos, gran músico y mejor persona.
Hay muchos, no podría nombrarlos a todos, pero en definitiva, me llama la atención los autores que llevan por bandera la humildad y el buen rollo.

17.- ¿Qué libro aconsejarías a alguien que se inicia en la lectura?

R: En poesía: Veinte poemas de amor y una canción desesperada, de Pablo Neruda. En novela: La isla del tesoro, de Stevenson.

18.- Poemas en el equipaje es tu nuevo libro, ¿qué puedes decirnos de él?

R: Es un poemario que cierra un ciclo, con Poemas en el equipaje cierro una etapa y abro otra nueva. En este nuevo libro escribo como quiero escribir en adelante. Se nota la experimentación y la búsqueda. Es un libro especial por lo que significa.
He tenido la inmensa suerte de que la escritora Purificación González de la Blanca escribiera el prólogo. Juan Kalvellido repite como ilustrador de la portada y contraportada.

19.- ¿Qué proyectos tienes en mente para un futuro cercano? Adelántanos algo.

R: Tengo muchos proyectos, los principales, seguir recitando de pueblo en pueblo (poesía on the road), unas veces en solitario, otras con mis amigos poetas y músicos. También está cercana la publicación de una antología en homenaje a Salvochea, en la que colaboro con un poema sobre el que fuera alcalde anarquista de Cádiz. Musicalmente, estoy preparando una colección de canciones sin un fin determinado. Tengo pendiente la grabación de un proyecto discográfico poético-musical en el cual participa al piano, mi buen amigo Miguel Beltrán Barry. También tengo en mente la creación de un Ateneo en Prado del Rey, pero eso va para largo.

20.- ¿Se puede vivir de la literatura o es mejor sentirla sin la urgencia del pan de cada día?

R: Se puede vivir de ella siempre que se den las condiciones. Pero yo no quiero convertir una vocación en una profesión, porque mi profesión es otra, y me gusta tanto como la literatura. Además, para poder vivir de la literatura tendría que hacer muchas cosas que no me gustan, y no estoy dispuesto.

21.- ¿Crees en la inspiración?

R: Sí, creo en ella, yo la busco y a veces la encuentro. Cuando llegan las musas uno siente mariposas en la barriga (es una sensación parecida al enamoramiento). Pero hay que tener en cuenta que las musas no escriben, con eso lo digo todo (risas).


8 jun 2011

FOTOGRAFÍA

Desde que el francés Louis Daguerre empezara a divulgar la fotografía, allá por el siglo XIX, ésta ha evolucionado y revolucionado nuestra vida. Y es que, eso de lograr plasmar una imagen en el papel y poder conservarla como recuerdo es algo que, ahora mismo no le damos mucho mérito, pero es genial. Hoy, en el 2011 podemos ver una foto de la Barcelona del año 1835 y observar sus calles, sus edificios, la forma de vestir de la gente, es como una pequeña máquina del tiempo que nos traslada a otra época.
Yo llevo unos días escaneando al ordenador todas las fotos antiguas que tengo, pues el tiempo, además de juez insobornable, también es traicionero, y deteriora todo lo que esté a su alcance. La tecnología actual permite hacer inmortales los recuerdos, ya sean en fotografías o videos, y tenerlos siempre disponibles para cuando hagan falta.

Siempre, desde que era un niño, me gustó la fotografía, mi madre me regaló una pequeña cámara de fotos y allá que iba yo retratando por doquier. Recuerdo aquellos carretes metidos en un tubito negro y que una vez llenos de fotos los llevaba a la tienda para que los revelaran. Tardaban unos días, pero el resultado merecía la pena. Abrir el sobre con las fotos era como abrir un regalo. Hoy en día todo es más fácil, con tan sólo enchufar la cámara al ordenador ya se pueden ver las fotos, modificarlas, quitarle los ojos rojos, etc. Yo sigo prefiriendo lo del carrete, pero bueno, hay que adaptarse a los tiempos que corren.

Actualmente no tengo una buena cámara, hace un año me compré una pequeñita, digital, y con esa me apaño, incluso con la cámara del móvil, que tiene más píxeles que una cámara al uso, es increíble la calidad que ofrece. Sin embargo, veo a chavales con unas cámaras cuasi profesionales, con grandes objetivos, con sus trípodes y demás utensilios. Siempre he pensado que para hacer buenas fotografías no hace falta una buena cámara, sino más bien, un buen ojo. Eso lo saben bien muchos amigos míos que son buenos fotógrafos, como, por ejemplo, mi amigo Baena, que donde pone el ojo pone la foto, ¡y qué foto!

Miguel Ángel Rincón Peña