30 dic 2009

NAVIDAD, DULCE NAVIDAD

Otro año que se nos resbala de las manos casi sin darnos cuenta, otra nochevieja más, otras doce campanadas con sus respectivas doce uvas. Y siempre que nos encontramos a las puertas de entrar en un nuevo año, nos da por pensar en el que dejamos atrás, en los proyectos que se nos cumplieron y en los que quedaron sólo en eso, en proyectos, en la gente y en los nuevos sitios que conocimos, en los que ya no están con nosotros y en los que hace poco han llegado a nuestras vidas en forma de pequeñas personas. Y encaramos el próximo año con ganas, con ilusión, con mil sueños que casi podemos ver ya en nuestra mente.

No sé bien por qué, en estas fechas nos volvemos súper-mega solidarios y deseamos que la Paz inunde todo el mundo y que los negritos puedan comer y terminar así de una vez por todas con el hambre del planeta y ya de paso salvar a las ballenas, etc., etc.
Lo triste de todo esto es que cuando pasan estas fiestas la solidaridad se nos va por el desagüe y todo vuelve a ser igual que siempre: siguen muriendo personas inocentes en todas las guerras del planeta, sigue muriendo gente inocente de hambre en todo el mundo y siguen aniquilando a las pobrecillas ballenas.

Pero no pensemos ahora en eso, pensemos en que en unas horas estaremos comiéndonos las doce uvas y viendo cómo retransmiten las campanadas la Belén Esteban y Jorge Javier Vázquez. Eso sí que es entrar con buen píe en el 2010, sí señor.

En fin, ya poniéndome serio, me gustaría que reflexionemos sobre esos lugares en que la Navidad no es tan súper-guay como en nuestras casas. Creo que estas no son fechas de celebración, sino de reflexión sobre en qué nos estamos (están) convirtiendo y en qué sociedad estamos educando a nuestros hijos.
Si nos dedicásemos el resto del año a hacer realidad todo lo que deseamos en estos días, sin duda, seríamos capaces de cambiar todo lo que no nos gusta. Pero eso es una grandísima utopía, pues ya el poder, con sus medios de comunicación (y con la caja tonta a la cabeza) se encarga de que pensemos lo imprescindible. Lo tienen todo calculado al milímetro.

Y después de llenarles a ustedes la cabeza con conspiraciones y subversiones varias, les deseo un feliz año 2010.

Miguel Ángel Rincón Peña

16 dic 2009

FANTASMAS FOTOGÉNICOS

Hay ciertas ocasiones, en las que uno se cuestiona muy seriamente sus creencias, sus ideales, su manera de pensar. Algo así me pasó hace unos días. Permítanme que me explique; Yo soy casi escéptico cuando se trata de temas relacionados con lo paranormal, sí, ya saben, los Ovnis, el “más allá”, etc. Pues resulta que hace unos días un buen amigo me mandó al correo electrónico una foto tomada en la antigua iglesia de El Salvador, en las proximidades de la localidad de Villaluenga del Rosario (recomiendo que la visiten, es un lugar bello y misterioso, y ya de paso prueban el queso “payoyo”). Esa iglesia fue quemada en 1.722 por las tropas napoleónicas a su paso por la población y aunque nunca se llegó a reconstruir, fue reconvertida por los lugareños en cementerio. En dicha foto, se puede ver una figura inquietante al fondo, entre las tumbas, como una niña pequeña agachada o sentada. Eso, tampoco sería de extrañar, puede que estuviera por allí con sus padres y le rezaba a sus familiares fallecidos en esa postura. Esa es la explicación más lógica que yo le doy, pero la cosa cambia cuando la persona que hizo la foto asegura que allí no había nadie más, salvo él y un par de amigos y que, por lo tanto, no vieron ninguna figura sentada. Pero al pasar las fotografías al ordenador, observó que allí, junto a una gran cruz blanca, había algo extraño. Es una de esas fotos propicias para enviarla al programa de Iker Jiménez, “Cuarto Milenio”.
Es entonces, al comprobar que no todo tiene una explicación, cuando me envuelven las dudas sobre estos temas, que son cuestiones que están ahí, que hay gente que asegura tener experiencias extrañas, gente seria, gente trabajadora, no esa manada de embusteros que salen en la tele contando que han entrado en contacto con seres venidos de Ganímedes, o que por un precio te predice el futuro en un abrir y cerrar de ojos.

En fin, tal y cómo está el patio, lo que menos nos debería de preocupar son los asuntos del “mas allá”, bastante tenemos ya con los de este “más acá” que nos tocó vivir. En este “más acá” sí que existen los fantasmas, los hay por miles y están por todos lados. Pero bueno, no sigo que me desvío del tema y esta vez no me quiero meter con los políticos ni con los banqueros.

Miguel Ángel Rincón Peña

9 dic 2009

LA GANDHI SAHARAUI

Es triste ver cómo los Gobiernos abandonan a su suerte al Pueblo Saharaui y actualmente, en su representación, a Aminetu Haidar, la "Gandhi Saharaui". Una gran mujer que se ha señalado por su incansable resistencia y su lucha pacífica por la autodeterminación de su Pueblo, denunciando la violenta y constante represión marroquí en el Sahara Occidental.

Haidar, fue expulsada en avión el sábado 14 de noviembre desde El Aaiún (Sahara occidental) hacia Lanzarote, por la fuerza, sin ningún documento y sin ninguna de sus pertenencias y después de casi 24 horas de aislamiento e interrogatorio. Actualmente esta mujer está retenida en contra de su voluntad en el aeropuerto de Lanzarote y en huelga de hambre. Lo único que pide Aminetu Haidar es que la dejen volver a su tierra junto a su familia.

Recordemos que el actual problema saharaui viene de los años 70, cuando Marruecos invadió y ocupó el Sahara occidental. Desde entonces, la dictadura marroquí ha asesinado, torturado, vejado y encarcelado a todo saharaui que levantara la voz en contra del régimen de Rabat.
Haidar es un estorbo para Marruecos, así que la expulsó sin miramientos, quitándose el problema de encima. Ahora el problema es para el Gobierno español, que tiene en huelga de hambre a una mujer que ha sido galardonada, entre otros, con el Premio de Derechos Humanos Robert F. Kennedy 2008, el austríaco Silver Rose Award 2007 y, un año antes, con el Premio de Derechos Humanos Juan María Bandrés. Además, fue nominada por el Parlamento Europeo para el Premio de Derechos Humanos Andrei Sakarov, ha sido candidata para el Premio Nobel de la Paz, etc.

A mi modesta opinión, el Gobierno de España, debería dejar de una vez por todas de mirar para otro lado cuando el Gobierno de Marruecos infringe la legalidad y los derechos humanos en territorio saharaui. Son ya demasiados años de incesante lucha que antes o después deben terminar dando la razón al Pueblo Saharaui.
Vaya desde esta breve columna mi más profundo respeto y solidaridad tanto por Aminetu Haidar como por su Pueblo.

Miguel Ángel Rincón Peña

6 dic 2009

LA VIDA EN UNA CANCIÓN

Estoy dándole a la tecla y a la vez, de fondo, suena uno de mis viejos discos. ¿Han pensado alguna vez, lo mucho que influye la música en nuestra vida? Cuántos recuerdos que creíamos olvidados para siempre, con el simple hecho de escuchar una determinada canción o una simple melodía vuelven a aflorar en nuestra mente, y volvemos a recordar amigos, lugares, paisajes, historias abandonadas en el triste olvido.
Yo, concretamente en el momento que escribo estas letras estoy escuchando un disco llamado, La rosa de los vientos, del grupo La Frontera, y me viene el recuerdo de interminables carreteras, estaciones de tren, aeropuertos… en definitiva, reminiscencias de viajes.

Y es que nuestra vida está llena de bandas sonoras, desde que somos niños asociamos una música a cada etapa de esa vida que, casi sin darnos cuenta, va avanzando a pasos agigantados. Parece que fue ayer cuando con siete u ocho años escuchaba en la radio las canciones de moda, los Hombres G, Mecano, etc. (sé lo que estáis pensando, pero bueno, todos tenemos un pasado). Poco a poco, con el paso del tiempo vamos madurando (no todos) y vamos cambiando de gustos musicales, y aparecen ante nuestros sorprendidos oídos grupos como Triana, Leño, The Beatles, Led Zeppelin y cantautores de la talla de Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina o el genial Luis Eduardo Aute. Ellos y sus melodías nos transportan a otro tiempo y nos hacen viajar sin movernos del sofá. Algo parecido ocurre con los libros.

Hay gente, entre las que me incluyo, que no hacen un viaje sin ir acompañado de un aparatejo colgado al cuello y un par de auriculares incrustados en los oídos. Yo empecé en los ochenta con el wallman, después fue el discman y luego vino el mp3. La verdad es que odio hablar usando anglicismos, así que los meto en el mismo saco para referirme a ellos, o sea, reproductores de música o simplemente aparatejos. Algún día tocaré el punzante tema de los anglicismos, mientras que me decido os aconsejo que, si podéis, escuchéis la canción de Reincidentes: “English power”, la letra no tiene desperdicio. La podéis descargar por Internet, y si os gusta compráis el disco, que dicen por ahí que la piratería es delito.

Miguel Ángel Rincón Peña