25 nov 2010

ESTE SISTEMA ES UN CAOS

Más de una vez, he comentado en esta columna, algunas cuestiones de actualidad relacionadas con temas sociales, ecológicos, etc. Hay varias personas, asiduas a esta pequeña columna, que se han molestado en buscarme en la red de redes y me han escrito. La mayoría de ellos coinciden en una cosa, les interesan los temas sociales, y sobre todo, el de la Crisis. Me piden que hable de esta crisis que padecemos y que le dé caña a los políticos, empresarios y banqueros.

Está claro que la Crisis, es una de las preocupaciones más importantes que cualquier persona tiene en su mente en la actualidad. La Crisis ha hecho que las empresas echen a la calle a miles de trabajadores, y un gran número de ellas han ido directamente a la quiebra. También ha sido por culpa de la Crisis que los Bancos no ganen tanto como antes ganaban y que el Gobierno se haya sacado de la manga una reforma laboral y unos recortes vergonzosos. La cosa está tan mal, que me contaba el otro día un amigo, que llamó a su empresa para que le hicieran un adelanto de su nómina, porque no podía llegar a fin de mes, y su jefe le respondió que no tenían ni un euro y que, como siguiera la racha así, tendrían que pedir adelantos la empresa a los trabajadores. Puede parecer una anécdota o un simple chiste, pero desgraciadamente, es tan real como la vida misma. Así que mi amigo, no pudo llegar a fin de mes y tuvo de subsistir casi sin dinero alguno durante diez días, hasta que llegó el primero de mes y pudo cobrar. Penoso, pero por esas penurias están pasando muchos trabajadores hoy en día. Por no hablar de las personas a las que se les acaban las prestaciones por desempleo y se ven con una mano delante y otra detrás.

Los políticos, los Banqueros y los de la CEOE salen todos los días llorando en los telediarios, pidiéndonos que nos apretemos el cinturón, que la luz parece verse al final del túnel. Pero ellos no son los que pasan necesidades. Y es que vivimos en una dictadura de cara amable, la dictadura capitalista que nos hace ver que somos libres porque podemos comer cada día e ir a comprar a sus centros comerciales y estar informados con sus Medios. Ya falta menos para que los partidos políticos vuelvan a besarnos el trasero y a prometernos cosas que no cumplirán después. Quizá ya sea hora de preguntarnos si este Sistema depredador nos vale la pena.

Miguel Ángel Rincón Peña

11 nov 2010

EL VICARIO DE ROMA

Hace unos días, España ha tenido el gozo de recibir al Vicario de Cristo en la Tierra, su Santidad el Papa Benedicto XVI.
El sucesor de San Pedro se paseó por las calles de Barcelona y Santiago de Compostela. Los fieles tuvieron la oportunidad de saludar a Benedicto XVI, que viajaba en su blindado Papamóvil. El Santo Padre fue recibido y acompañado por los Reyes de España y por políticos afines. A pesar de que este país, se supone que es aconfesional, la visita del Papa a tierras ibéricas nos costó a todos más de tres millones de euros. Pero, qué son tres millones de euros para un país como el nuestro, con cuatro millones de parados, con millones de trabajadores en precario, con una reforma laboral indecente, con las pensiones más bajas de Europa, etc. Parece mentira que se despilfarre ese dinero mientras por otro lado, se le pide a los ciudadanos que se aprieten el cinturón. Qué desvergüenza.
Y todos esos millones y todo ese despliegue de medios técnicos y humanos, para recibir a un Papa que cuando joven militó en las juventudes hitlerianas, un Papa retrogrado a más no poder, que no duda en atacar a los homosexuales mientras protege a sus curas pederastas.
Yo que no soy católico, ni apostólico y mucho menos romano, estoy muy de acuerdo con un tal Karl Marx, cuando afirmó que la Religión es el opio del Pueblo. Y el centro de operaciones de ese “opio” es el Vaticano. Buen negocio tienen allí montado los jerarcas de la curia romana.
Antes de acabar con este artículo, me gustaría recordar y homenajear desde esta humilde columna, al Pueblo saharahui, que en estos días está sufriendo los ataques intensivos de la dictadura marroquí. Marruecos está llevando a cabo una campaña de terror contra los saharauis. Todo eso está pasando bajo la pasividad de la comunidad internacional. Europa y España, concretamente, miran hacia otro lado mientras los saharauis están siendo asesinados, desaparecidos, encarcelados y reprimidos. Será que hay muchos negocios entre España y Marruecos (por no hablar de la amistad del Borbón con el Rey dictador marroquí). Los negocios se traducen en dinero, y el dinero prevalece sobre la vida humana, en este caso, la vida de los saharauis.

Miguel Ángel Rincón Peña