15 ene 2015

SÍRVASE USTED MISMO

En este sistema donde nos ha tocado sobrevivir, la clase trabajadora tiene que luchar a diario contra una infinidad de circunstancias propias del Capitalismo más agresivo. Una de esas situaciones adversas, es la que las mismas empresas multinacionales crean para ahorrarse empleados y embolsarse pingües beneficios con la complicidad de los consumidores, o sea, nosotros y nosotras. 
Me explico. Póngase en situación: Va conduciendo su coche un día cualquiera, y observa que se enciende la luz de reserva de combustible. En la gasolinera más cercana se detiene a repostar, y lee en un cartel la palabra ‘autoservicio’. Eso quiere decir que usted hace el trabajo que tendría que hacer un empleado de la gasolinera, con la salvedad de que usted, o sea, el cliente, lo hace gratis. Cada vez son más las gasolineras que obligan a sus clientes a servirse ellos mismos, ya que han dejado de ofrecer un servicio atendido, para pasar a ser autoservicio. 
De un tiempo a esta parte, el ‘sírvase usted mismo’ se está extendiendo por doquier. Ya existen en algunas cadenas de supermercados, sobre todo en las grandes superficies, las cajas automáticas (Self Checkout) en las cuales usted pasa su compra y le paga directamente a la máquina. 
Otro ejemplo, es esa conocida multinacional del ‘mueble’, en la cual el cliente compra las piezas y él mismo se las tiene que apañar para montar la estantería, la cama o el armario en su casa, lo que los anglosajones llaman ‘Do it yourself’ (hágalo usted mismo). 
Y así podría seguir exponiendo muchos más ejemplos parecidos a los anteriores, que no hacen más que corroborar lo que muchos pensamos; que las multinacionales, han ideado una fórmula para que los consumidores también sean sus empleados, pero sin cobrar ni un euro, todo lo contrario, les pagamos por hacer el trabajo que tendrían que realizar profesionales cualificados. Así funciona este negocio, y les va muy bien, porque los consumidores asumen gustosos ese rol por comodidad, rapidez, etc. Sin embargo, lo que estamos consiguiendo con el autoservicio es colaborar (consciente o inconscientemente) en la destrucción del empleo. Y no están los tiempos para eso. 
¿Qué podemos hacer ante esta imposición del sistema capitalista? Pues tomar conciencia y en la medida de lo posible, no utilizar el autoservicio. Comprar en sitios donde nos atiendan personas y no máquinas expeditivas. La empatía y la solidaridad como armas ciudadanas para combatir estas formas de abuso y explotación. 

Miguel Ángel Rincón Peña