2 feb 2011

ZPARO

Ayer me levanté contento, con buen ánimo y con energía. A pesar del intenso frío que está haciendo por las mañanas, ni corto ni perezoso me decidí, antes de ir al trabajo, a acercarme al quiosco a comprar el periódico (de los de tirada nacional). Pobre iluso, debería ya de saber, a estas alturas, que nada bueno podría encontrar. Y así fue, la noticia principal que leí decía que: “El paro registrado por el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) ha subido en Cádiz un 2,6% durante el mes de enero en relación a los datos del pasado diciembre. En términos absolutos, se trata de 4.621 personas desempleadas más en la provincia gaditana. Así, el total de parados registrados por el SAE se eleva hasta las 179.867 personas.”
“En Andalucía, el número total de desempleados se sitúa en 930.621 trabajadores, y a nivel nacional el número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo se situó en más de 4,2 millones de personas, siendo este su nivel más alto en toda la historia comparable.”
Tras leer esto, me dirigí a la papelera más cercana y arrojé el periódico. En el interior del susodicho periódico habría seguramente más noticias, quizá más agradables que las del titular, pero ya se me habían quitado todas las ganas de seguir leyendo.

Sinceramente, últimamente no sé qué es peor, leer el periódico o encender la televisión. El otro día, me encontré en los desayunos de TVE a nuestro queridísimo presidente del Gobierno, el señor Zapatero, con una sonrisa de oreja a oreja diciendo que no todo está tan mal, que las reformas son necesarias y que el país, tarde o temprano, se recuperará poco a poco. Pues claro que sí, las cosas no van tan mal, sobre todo para ZP, que cobra todos los meses su sueldecito y que dentro de poco, estará cobrando su pensión vitalicia como la que cobran ya sus colegas González y Aznar. Y es que ya lo dice el chiste: Cada vez que Zapatero abre la boca sube el pan… y la luz, la gasolina, el paro, etc.

En fin, que no me extraña que por la necesidad que padecen algunos, cada vez haya más atracos. Por cierto, hablando de necesidades y atracos, no sé si sabían ustedes que en la Sierra de Cádiz tenemos un “bandolero moderno”. Puede que dentro de poco escriba algo sobre este tema.

Miguel Ángel Rincón Peña