11 dic 2014

FRANK ZAPPA

Este 4 de diciembre, además de ser el Día nacional de Andalucía, también se cumplían 21 años del fallecimiento de uno de los más grandes músicos de la historia del Rock. Me refiero al descomunal Frank Zappa. Nació en diciembre y murió también en diciembre, a causa de un cáncer, pero, queridos amigos, no hay tumor que pueda acabar con sus maravillosas canciones. 
La primera vez que escuché a Zappa corría el año 1997, y estaba yo por tierra de guanches, concretamente en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife -y alrededores-. Un amigo me pasó una cinta grabada del disco Apostrophe, y me dijo: Escúchalo, que esto es bueno. Fue un descubrimiento, aunque tuve que escucharlo varias veces hasta encontrarle el punto a aquella música. Era diferente, una mezcla de experimentación y eclecticismo. He de reconocer que me costó un poco asimilar una música así, tan imaginativa. Conforme iba escuchando más canciones de Frank, me creaban una -sana- adicción y poco a poco me hice con varios discos, tales como Freak Out!, Hot Rats, Zappa in New York, etc. 
Resulta que aquel amigo era músico y tocaba la batería en un grupo de La Laguna. Una tarde me invitó a asistir a sus ensayos, y allá que fui. Yo, por aquel entonces, había empezado a tocar el bajo en "Misterio", un grupo que habíamos creado unos amigos en mi pueblo. Pues bien, estuve toda la tarde escuchando a la banda de mi amigo, hacían versiones de Led Zeppelin, Black Sabbath, Thin Lizzy y algunos más. Después de 4 horas metido en aquel garaje salí un poco mareado y con un leve pitido en los oídos. Mi amigo músico se llamaba Juan, y vivía en un centro social autogestionado. Solía ir algunas tardes a verle, era una enciclopedia musical andante. También fumaba porros y me grababa discos de Zappa, Tom Waits, Stravinsky, etc. Además, me prestaba de vez en cuando algunos libros, sobre todo biografías de músicos o grupos de los setenta. 
Cuando volví a la península, nos escribimos varias veces, pero lamentablemente perdimos el contacto a los pocos años. Seguramente se casaría -o no-, tenía una medio novia rockera que trabajaba en un bar. En fin, gracias a él descubrí a Frank Zappa y a otros muchos músicos excelentes y casi todos desconocidos. ¡Cuánta gente interesante desconocida y cuánto charlatán famoso! 

Miguel Ángel Rincón Peña