18 jul 2013

TELÉMACO

Recuerdo su mirada, su rostro curtido por los años y por el duro trabajo al sol. Telémaco Gutiérrez me recibió amablemente en su humilde casa. Fui a verlo hace un par de años para que me contara su historia. Telémaco fue hijo y nieto de republicanos. Su abuelo se recorrió cárceles y campos de trabajo y fue desterrado de su pueblo. Su padre fue alcalde del Frente Popular en Prado del Rey, torturado y asesinado. Telémaco me explicó cómo fue aquella escena en la que una noche, mientras cenaban, unos falangistas llamaron a su puerta y se llevaron a su padre Hilario. Recuerda que su madre cogió de la mano a su hermano y a él y salieron tras el coche. La sopa quedó en la mesa. A su padre nunca más lo volvieron a ver. Con el tiempo, su madre se enteró que lo habían enterrado cerca de Bornos. Telémaco creció con el estigma de ser el hijo de un rojo, le obligaron a bautizarse y cambiar de nombre, aunque todos sus vecinos le siguieron llamando Telémaco. Cuando hablé con él, me decía que no sabía mucho de política, pero sí sabía quiénes mataron a su padre, los falangistas, los fascistas. 
Cuando murió Franco y llegó la “democracia”, Telémaco fue al registro y recuperó su nombre oficialmente. También intentó recuperar el trozo de tierra que se le expropió a su abuelo Frasquito Gutiérrez, pero eso fue más complicado. Frasquito fue el ideólogo del comunismo libertario en Prado del Rey, además de impulsor de la cultura local. 
 Ayer fue 18 de julio, día en el que hace ya 77 años, aquellos militares criminales se levantaron contra el legítimo gobierno de la República. Eso significó uno de los mayores errores de la historia, pues trajo una guerra infernal, muerte, dictadura, represión, hambre, embrutecimiento, etc. España pasó de tener una de las constituciones más progresistas del mundo a estar anclados en el conservadurismo sectario durante más de cuarenta años. 

Desde aquí, mi reconocimiento y mi homenaje a todas aquellas personas que lucharon y sufrieron en sus carnes la represión y la muerte. A todas las personas que quedaron huérfanas y que tuvieron que resistir las embestidas de una dictadura sanguinaria. A Telémaco Gutiérrez, que murió hace poco, pero que vive en la memoria colectiva. 

Miguel Ángel Rincón Peña

12 jul 2013

EL TINTERO

Si es que, aunque uno no quiera, tiene que hablar del Partido Popular a la fuerza. Esta gente, día sí y día también, salen en los papeles, nunca mejor dicho. 
Que sí Barcenas, que si financiación ilegal, sobresueldos, recortes, subida de impuestos, en fin, para qué seguir. 
Y la gente está completamente asqueada de tanta corrupción y de tanta sinvergonzonería. Esto no hay democracia que lo aguante, y la nuestra desde la transición tiene los pies de barro, así que imagínense ustedes. 
El otro día me dio por abrir un periódico de tirada nacional, quién me mandará a mí… Titular: “Cospedal planea no pagar el mes entero si la persona dependiente muere antes de que acabe ese mismo mes.” En mi humilde opinión, hay que ser muy, pero que muy canalla para planear esas fechorías. Y es que, desde que comenzó esta crisis, que no es una crisis, sino una estafa en toda regla, tanto el PSOE antes, como el PP ahora, están atacando a los sectores más débiles: colectivos de discapacidad, desempleados, trabajadores precarios, autónomos, sanidad, educación, etc. Y mientras, esta gente que nos desgobierna embolsándose todos los meses sus buenos sueldos, sobresueldos, dietas y a saber qué más. ¿Pero saben ustedes lo peor de todo? Que llegados a este punto, no hay más culpables que nosotros mismos. Sí, porque si los ciudadanos nos plantásemos de una vez por todas y dijéramos hasta aquí habéis llegado, otro gallo nos cantaría. Si hay que hacer una huelga indefinida se hace, si hay que enfrentarse a sus cuerpos de seguridad, si hay que ocupar tierras, congreso y senado, pues se hace. De nada nos sirve sentarnos en las plazas a darles florecillas a la policía y tocar el timbal. Ellos, desde sus despachos se ríen a carcajadas de esas pantomimas. Hay que salir a la calle decididamente a exigirles respeto por el Pueblo, que no queremos migajas, queremos justicia, dignidad, trabajo. Ya está bien de seguirles el juego como pasmarotes. Ya está bien de contemplar “el incendio” como las vacas cuando ven pasar al tren. 
Esta reflexión que escribo está incentivada por un interesante artículo que leí ayer escrito por Pedro Pérez Linero para El Tintero, una pequeña publicación que ya está en la calle y la cual recomiendo, pues como a mí, les hará reflexionar. 

Miguel Ángel Rincón Peña 

4 jul 2013

TWITTEANDO

Las redes sociales, bien usadas, cumplen un papel positivo en nuestra sociedad. De un tiempo a esta parte han surgido varias plataformas como Facebook, Twitter, Tuenti o Google Plus, y en todas ellas hay sitio para la manera de ser de cada uno de nosotros. La teoría de “los seis grados de separación”, según la cual toda la gente del planeta está conectada a través de no más de seis personas, se convierte en el software principal de las redes sociales en Internet. Hay un libro, con su correspondiente película, que habla sobre esa interesante teoría. 
Gracias a estas redes, muchas personas se han podido rencontrar: amigos de la infancia, familiares lejanos, etc. Mediante estas estructuras sociales, personas que viven lejos de sus pueblos o ciudades, pueden seguir diariamente las noticias y los eventos que se realicen en su tierra natal. Pero cuidado, las redes sociales también enganchan. Hay que darles un uso apropiado, aunque como pasa en todo, y la red no iba a ser una excepción, hay muchos personajes que intentan aprovecharse, molestar y realizar actividades poco lícitas. Hay que andarse con mucho ojo. Luego está el tema del “Gran Hermano”, pero esa es otra historia.
Para concluir les contaré que hace un par de noches, estaba echando un vistazo a mi Twitter (@mrinconp) y vi una foto de perfil que se parecía al alcalde de Arcos, pinché sobre ella y efectivamente era él: @alcaldejluis. Me resultó curioso y le mandé la noticia a un amigo arcense. A los cinco minutos el alcalde nos respondió asegurándonos que estaba encantado de hablar con nosotros y que era saludable saber qué opinábamos. 
Quienes me sigan en esta columna sabrán que no soy de echar piropos a los políticos, y menos a los del Partido Popular, que se están ganando día a día que los ciudadanos les den la espalda, pero cuando tengo que reconocer algún acierto lo hago sin problema, y que José Luis Núñez haya tomado la determinación de acercarse al pueblo mediante las redes sociales es algo bueno. Si los políticos que tienen en su mano cambiar las cosas pusieran los pies en la tierra y escucharan más a la ciudadanía, seguramente nos iría mucho mejor. Así pues, vaya mi felicitación para el señor Núñez y desde aquí me gustaría animar a los demás miembros del equipo de gobierno y de la oposición a que, si no lo han hecho ya, sigan el ejemplo del alcalde. Hay que utilizar las redes sociales como vía de comunicación con la gente y acercar así la política al Pueblo. 

Miguel Ángel Rincón Peña

27 jun 2013

OCAÑA

José Pérez Ocaña (1947-1983) fue un artista andaluz, nacido en el municipio sevillano de Cantillana, que emigró y vivió una gran parte de su vida en tierras catalanas. Pintor vanguardista de gran talento y activista por los derechos y la igualdad del colectivo LGTB, cosa que le costaría serias represalias por parte de la dictadura franquista que ya daba sus últimos coletazos.
Ocaña murió de la misma forma que vivió su pintoresca vida. Volvió a Cantillana, para visitar a su familia y celebrar las fiestas de carnaval. Pérez Ocaña confeccionó un disfraz de Sol, con papel, tela y bengalas que desafortunadamente se quemó, produciéndole unas quemaduras mortales. 
Después de su muerte se han organizado exposiciones, producido películas y documentales, y publicaciones en torno a su vida y obra. Trabajos encomiables de grandes artistas, profesionales y autores que han puesto en valor su trayectoria. 
Desde hace unos meses, un buen grupo de intelectuales, junto a la cooperativa Atrapasueños, están promoviendo la creación de un espacio expositivo permanente para uno de los artistas más singulares y geniales que han nacido en Andalucía. Ese manifiesto, del cual he tomado la información para escribir este artículo, lleva por nombre, “Un lugar para el pintor Ocaña”. 
Yo conocí a Ocaña gracias a un poema de mi amigo y poeta Juan Manuel Alcedo. Él fue quién, por medio de sus versos, me presentó a Juan Pérez Ocaña, y a partir de ahí investigué y me sorprendí gratamente con su vida y su obra. Aquella poesía llevaba por título “Te fuiste con el Sol”, y la voy a reproducir a continuación para que, si no conocían a Ocaña, sea mi primo Juan Manuel el que se lo presente:
“Tú, luz en la oscuridad/ de un tiempo, en una nación/ de misa y comunión,/ devota a la autoridad,/ banderas y falsedad. Tú, aire renovado/ en un moribundo estado/ en donde la voz alzaste,/ con valor te rebelaste/ dignificando el pecado. Tú, diablo controvertido,/ nos dejaste tu legado/ aun cuando estés olvidado./ Siempre huiste del balido,/ libre loco travestido. Más, no es cosa que extraña/ pues es normal en España/ lapidar al diferente/ que provoca con la mente./ Por eso me gusta Ocaña.” 

Miguel Ángel Rincón Peña.

21 jun 2013

SHAKIRA G. N.

Esta semana ha muerto Shakira. No, la cantante no. Shakira era una niña de 7 años de edad, gravemente enferma por un tumor cerebral y que vivía en el poblado chabolista de Puerta de Hierro. Esta niña, mientras el tumor le iba robando la vida, sufrió dos desalojos en un año y tuvo que vivir durante dos meses en una furgoneta con sus padres. Esa es la España del siglo XXI. Esa es la marca España. Qué clase de sistema tenemos en este país que desprotege a los más débiles, a los más empobrecidos y protege a los grandes chorizos y a las grandes fortunas. Prueba de este injusto sistema está en que ni un banquero ha pisado aún la cárcel por las estafas y la ruina que han generado. Está claro que en España hay dos varas de medir, y si no, que se lo digan a los Borbones. El último despropósito ha sido el de Hacienda y el trato de favor a la Infanta Cristina. Una auténtica vergüenza que pone de nuevo en evidencia que vivimos en una dictadura del Capital. 
Por más que le pese a algunos, en España no se cumple con la Constitución, la Justicia no es ciega ni sorda y mucho menos independiente, la represión contra los movimientos ciudadanos crece alarmantemente, tanto Amnistía Internacional, la ONU y la Comisión Europea han denunciado reiteradamente que en España se practica la tortura, hace tan sólo unos días la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), la Federación Enlace y la asociación de juristas 17 de Marzo denunciaron que Andalucía registró el año pasado 42 situaciones que afectaron a un total de 97 ciudadanos, de tortura, maltrato o brutalidad policial. La violencia política, policial y mediática que los ciudadanos vienen padeciendo de un tiempo a esta parte, es solamente el síntoma evidente de que este sistema capitalista está podrido y apesta. 
Hay que luchar por un mundo más justo e igualitario, en el cual, niñas como Shakira tengan una infancia digna y no mueran en la miseria, un mundo donde no haya sitio para especuladores, explotadores y corruptos. 
Sí, ya lo sé, muchos me llamarán demagogo por escribir esto, y es que, últimamente, se ha puesto muy de moda llamar demagogo a quienes creen que otro mundo es posible. Yo sigo pensando que para salir de la crisis existe la vía social. Intentémoslo al menos, ya no por nosotros, sino por nuestros hijos. 

Miguel Ángel Rincón Peña

14 jun 2013

LA INFANCIA

Todas las mañanas, aparco el coche en la parte de atrás del colegio San Francisco. Mientras voy caminando por la acera, en busca de la entrada principal, veo a las madres con sus niños, sus mochilas, sus pórtate bien y sus cómete el desayuno. Hace 30 años yo también iba de la mano de mi madre escuchando esas mismas palabras. ¡Qué tiempos...! 
Lo malo de crecer es que se esfuma aquel mundo interior que tenemos cuando somos niños, aquella inocencia, aquellas ganas de comernos el mundo, porque al fin y al cabo, nos creíamos inmortales y nada malo nos podía suceder. 
A estas alturas de la vida, en las que uno, seguramente, ya haya atravesado el ecuador de su vida, regresan a la mente aquellos maravillosos recuerdos, el colegio, los amigos, los juegos en plena calle, aquella televisión con su Bola de Cristal, la música de entonces, y mil cosas más. 
Son recuerdos que nos perseguirán siempre, flashes que cuando menos nos los esperamos, aparecen de repente en nuestra cabeza. El poder de alguna canción o de algún olor, también pueden despertarnos unos recuerdos que creíamos dormidos, y las experiencias vividas en otro tiempo pretérito vuelven. 
Qué importante es la memoria, por eso, cuando a causa de alguna enfermedad la perdemos, dejamos de ser nosotros mismos. Supongo que las personas que no hayan tenido una infancia todo lo feliz que hubiesen querido, les dolerá el recuerdo, pues hay quienes maduraron a golpes y tuvieron una niñez muy corta. Piensen ustedes en los niños soldados, obligados a empuñar un arma y matar, o en esos niños que son explotados, trabajando de sol a sol siete días a la semana para multinacionales sin escrúpulos (algunas de ellas españolas), piensen en los que no tienen nada que comer y andan en los basureros buscándose la vida. Si esos niños sobreviven y llegan a la edad adulta, lo último que querrán recordar es su niñez, pues no tuvieron, se la robaron. 
Y es que, tanto si hemos tenido la suerte de haber vivido una infancia feliz y plena, como si no, creo que aquella frase de Rainer Maria Rilke es muy acertada: “La verdadera patria del hombre es la infancia". Cuidemos la infancia de los que son ahora niños para que cuando sean mayores puedan recordarla con una sonrisa en los labios. 

Miguel Ángel Rincón Peña 

6 jun 2013

LOS LIBROS

El otro día volví a leer ese maravilloso libro del gran escritor británico H. G. Well llamado El hombre invisible. Siempre que termino de leer un libro, busco si tiene su adaptación cinematográfica, y así, también vi la película del mismo título que data del año 1933, producida por la legendaria Universal Pictures.
¿Se imaginan ustedes poder ser invisibles? Cuántas cosas podríamos hacer sin que nadie nos viese. Las agencias de seguridad temblarían. Quizá la ciencia, en el futuro, pueda conseguir la invisibilidad de personas y cosas, mientras tanto tendremos que imaginarlo mediante libros como el que citaba al principio. Y es que los libros nos transportan por el espacio/tiempo a otros mundos, protagonizando aventuras y dándole sentido a la vida. 
Siempre que hablo de libros, se me viene a la mente aquella novela distópica de Ray Bradbury que lleva por título Fahrenheit 451. Fantástico libro que me dejó enganchado y a cuya lectura recurro de vez en cuando. También tiene su versión cinematográfica. 
Hace poco en un foro de internet, alguien se quejaba de los precios que tenían los libros, y eso le servía de excusa para no leer. Es verdad, no niego que determinados libros tienen un precio elevado para según qué bolsillos, sobre todo en estos tiempos, pero siempre nos quedarán las bibliotecas para tomar prestados todos los libros que queramos y poder leerlos tranquilamente sin perjuicio de nuestra economía. Lamentablemente, en este país, y seguramente en otros muchos, tenemos a las bibliotecas olvidadas. Esos templos que custodian el mayor tesoro de la Humanidad, los libros, cargados de historia, novelas, cuentos, poesía, etc. Ya lo dijo John Steinbeck “Por el grosor del polvo en los libros de una biblioteca pública puede medirse la cultura de un pueblo”. En una sociedad como la nuestra y en unos tiempos como los que estamos atravesando, la cultura está siendo amenazada constantemente, ayer leía una entrevista a Muñoz Molina (ganador del príncipe de Asturias de las Letras) donde decía que con el pretexto de la crisis y de las nuevas tecnologías, cosas que estaban muy arraigadas puedan desaparecer, como la educación, las bibliotecas y las librerías. 
Yo espero que eso nunca ocurra y que sigamos teniendo a mano bibliotecas y librerías donde poder adquirir a nuestros mejores amigos: los libros. 

Miguel Ángel Rincón Peña 

30 may 2013

GENERALIZANDO

Parece que con la crisis se ha puesto muy de moda eso de criticar a los políticos, y no está mal hacerlo, el error es generalizar y meter, por tanto, a todos en el mismo saco. Se escucha demasiadas veces decir lo de “todos los políticos son iguales”, o aquello otro de “todos van a lo mismo, a robar y a enriquecerse”. También, últimamente, mucha gente afirma que todos los partidos son iguales, los de izquierda, derecha y centro. 
Lamentablemente, los que piensan así, suelen ser ciudadanos desencantados con la política actual. En cierta forma, es comprensible ese desarraigo con nuestros políticos, pero creo que deberíamos mirar más allá y ser más objetivos. Hay políticos que ganan millones, que se corrompen a las primeras de cambio, que llevan a cabo medidas ultraconservadoras y mienten como bellacos. Pero también están esos políticos del compromiso social, que defienden los derechos de los trabajadores y son honrados como el que más. El problema que tenemos en este país, es que a los políticos que se alinean con los más desfavorecidos, les cae encima una campaña brutal de descrédito, pensada y ordenada por los poderes fácticos, y ejecutada por los medios de comunicación al servicio del Poder. De esa manera, se hace dudar e inducir a la desidia a la ciudadanía, que ve en la televisión esa campaña de acoso mediático. Pongamos como ejemplo más cercano a Diego Cañamero, un político y sindicalista andaluz que lleva décadas luchando por los derechos de los trabajadores. Junto a otros compañeros, han cortado carreteras, ocupado fincas, expropiado alimentos de primera necesidad a grandes cadenas de supermercados, etc., todo ello para reivindicar mejoras para la clase obrera. Pues a determinados medios de comunicación, con sus campañas de acoso y derribo, no les tiembla el pulso para manipular, mentir y distorsionar la realidad y presentar a, en este caso Cañamero, como una persona peligrosa, demagoga, manipuladora, etc. 
Yo sigo pensando que necesitamos muchos políticos comprometidos con la clase trabajadora, como Cañamero (SAT), como Sabino Cuadra (diputado de Amaiur), como Pedro Romero (alcalde de Espera) y tantas otras personas honradas y cercanas al Pueblo, que no cejan en la lucha por mejorar las necesidades de vida de los ciudadanos. Esos son los imprescindibles. 

Miguel Ángel Rincón Peña 

23 may 2013

¡VIENEN A POR TODOS!

Cuando parecía que nada podía ir peor en este país farandulero, va Aznar y abre la boca. Ese tipejo de bigote rapado y mente criminal, sale en la tele criticando a diestro y siniestro y anunciando que deja abierta la puerta de su regreso a la política activa. ¡La madre que lo parió, qué tranquila se quedó la pobre! 

Hace un par de días la policía detuvo en su casa a dos periodistas conocidos por sus fotos denuncia. ¿Cuba? ¿Venezuela? ¿Corea del Norte? No, España. Criminalización por todos lados. Represión hasta en la sopa.


Esta es la democrática España del siglo XXI. Este es el país en el cual el partido del Gobierno se niega a condenar la dictadura franquista. ¡Cómo van a condenarla…! 
España, que ni es Una, ni es Grande, ni mucho menos Libre, va cuesta abajo y sin frenos. Mientras que los ricachones, chorizos de cuello blanco, disfrutan de sus cuentas en B, los trabajadores cerramos la boca y abrimos el conducto anal para que el Capitalismo nos sodomice sádicamente una y otra vez. 
Y si algún obrero levanta el puño: terrorista. Y si algún sindicato ocupa las tierras: terroristas. Y si los maestros y estudiantes salen a la calle a defender la enseñanza pública: terroristas. Y si los mineros defienden la huelga lanzando cohetes: terroristas. Como decía aquella canción de S.A.: “Todos somos terroristas para los fascistas”. 

Mientras el Gobierno, la Banca, el Opus Dei y demás escoria, se llenan los bolsillos y ganan cotas de poder, los de abajo seguimos enterrados en el fango hasta las orejas. 
Así, queridos amigos, es cómo funciona este país, desahuciando familias honradas de sus hogares, explotando miserablemente al trabajador que aun conserva trabajo, mandando a la cola del paro a 6 millones de personas, robando derechos a las mujeres, a los estudiantes, a los obreros, a las personas con discapacidad, etc. Es la marca de la casa, la marca España.

Vienen a por todos. Ya va siendo hora de que les digamos a los de arriba: “Hasta aquí habéis llegado”. 

Miguel Ángel Rincón Peña.

FEÉRICOS #19

Todo estaba oscuro allí dentro. Llevaba unos 20 metros cuando empezó a escuchar ruido. Apagó el mechero y pudo ver un punto de luz a lo lejos. El túnel se hacía cada vez más angosto, Antonio casi no podía avanzar de rodillas, así que decidió seguir reptando hacia la luz. Tardó un buen rato en llegar al final del túnel, pero cuando llegó, aletargado por la falta de oxígeno, se inclinó sobre el borde y observó un gran páramo desierto. Todo era gris. Tanto se inclinó para poder ver mejor aquel paisaje que se desplomó sobre unas rocas. Según él, estaría una media hora sin conocimiento. Sólo recuerda que cuando despertó estaba atado a una silla en el salón del viejo caserío. Al mirar al frente se encontró con un extraño ser, no sabía definirlo bien, pero tenía el aspecto de un duende harapiento con cara de pocos amigos. Antonio estaba seguro que aquel ser se metió en su mente, lo hipnotizó con la mirada y de repente empezó a retorcerse de dolor, no un dolor físico, sino algo complicado de explicar, un sufrimiento interno, del alma. Fue como padecer los efectos de una depresión pero multiplicados por cien. Antonio se desmayó. 
Cuando volvió en sí, estaba tendido a las puertas de su casa. Días después de aquella experiencia, empezó a comportarse de una manera muy extraña. Por la noche, tenía pesadillas, veía la cara de aquel duende amenazándolo. Por el día, se dedicaba a dibujar aquellas visiones nocturnas, hasta el punto de enloquecer. Luego todo fue confuso, no recordaba cuando lo ingresaron en el hospital, sólo sabía que de repente se vio sujeto a una cama y sin saber qué estaba pasando. 
Transcurrían los días y seguían las pesadillas, aunque con menos intensidad por el efecto de los sedantes. Hasta que una noche, después de una de las visitas, soñó con las hadas del bosque, fue el mejor sueño que haya tenido nunca. La misma sílfide que cuando era un niño lo salvó de morir en el bosque, le habló, y le explicó que Gremilon, el maligno duende que le atacó, era un ser del inframundo, pero la potente magia que entre todo el pueblo feérico proyectaron sobre Gremilon acabó con él, pues era una amenaza para los habitantes mágicos del bosque y también para los humanos. Desde aquel momento desaparecieron todas sus pesadillas.
FIN. 
Miguel Ángel Rincón Peña