7 mar 2013

LOS DÍAS DE LLUVIA

Llevamos unos días de lluvia, viento y frío que parece que en vez de en Andalucía vivimos en el País Vasco. En días así, hay quién opta por quedarse en casa, junto al brasero y ver la tele, leer un libro, o simplemente mirar por la ventana mientras cae la lluvia. A mi abuela materna le encantaba la lluvia, cogía su paraguas y allá que iba, a la tienda, a misa, daba igual el sitio, ella se inventaba cualquier excusa para salir a la calle lloviendo. Supongo que yo he heredado esa pasión por los días de lluvia. También suelo aprovechar para salir a caminar bajo la lluvia, y también soy de esos a los que les encanta conducir cuando llueve. Son días especiales. 
Uno de los mejores sitios para ver llover es en la costa, junto al mar. Observar las olas chocando con las rocas, la lluvia mojando la arena, el viento. Uno, en medio de esa escena, se siente pequeñito, desprotegido. Y es que no somos más que un granito de arena en medio del universo. Por muy importante que la humanidad se crea, en comparación con todo lo que nos rodea, es una pequeña hormiguita. Pero nos empeñamos en dominar todo lo que tenemos a nuestro alcance, por las buenas o por las malas (casi siempre por las malas). 
En fin, a lo que iba, que llevamos unos días en los que los litros están cayendo de lo lindo, y si bien, al comienzo de este artículo decía que me gustaban los días de lluvia, también reconozco que cuando llueve demasiado puede ser perjudicial, por ejemplo, cortes de carreteras, inundaciones, daños en las casas, colegios que no pueden abrir, etc. Si a eso le unimos el fuerte viento, imagínense. Y es que la naturaleza cuando dice “aquí estoy” no hay quién la pare, por eso la tenemos que respetar. Sin ir más lejos, ayer mismo, ante los insistentes comentarios en las redes sociales, el Servicio de Información Sísmica del Instituto Geográfico Nacional desmentía tajantemente que existiera una alerta roja por tsunami en Cádiz. Que pueda haber un tsunami es posible, predecir el terremoto que provoca dicho tsunami, no. Así que parece que no hay peligro, pero constantemente la Tierra nos está lanzando mensajes en forma de huracanes, terremotos, tsunamis, erupciones volcánicas, etc. Incluso el universo nos da el aviso en forma de meteoros. Por lo visto, los días de lluvia también ayudan a la reflexión, cosa que nunca viene mal en los tiempos que corren. 

Miguel Ángel Rincón Peña